Capítulo 33 ¡No necesito una niñera!

(Oficina del Alfa Greg)

—¡Deja de dar vueltas! —dijo el Alfa Greg, mirando a su hijo mientras cavaban zanjas en el suelo de su oficina al caminar de una pared a otra—. ¡Ella está a salvo!

—¡Por ahora! —dijo Jesse y ni siquiera se molestó en mirar a su padre—. Quien sea que esté detrás de su ataque está buscando algo. No se suponía que ella escapara, padre. Se suponía que sería un objetivo fácil. Envié guerreros allí y tomaron su rastro. La siguieron. En todas partes de la ciudad, donde está su olor también está el de ellos.

—Y por eso te estoy diciendo que ahora está a salvo. Envié a alguien para protegerla. Está aquí, en nuestra manada. En nuestra maldita casa. ¡Deja de dar vueltas porque me estás dando dolores de cabeza!

—Cariños —dijo Rebecca—. Tu padre tiene razón. Esas dos hembras que envió para proteger a Rosa no son guerreras comunes. Son las mejores de las mejores. ¡Soy su luna y no soy rival para ellas, por el amor de Dios!