Capítulo 43 El espectáculo de los cuatrillizos

Tan pronto como se hizo el juramento, el Alfa Gregorio señaló a sus hijos y a Rosa y dijo:

—¡Ellos son el futuro de esta manada! ¡Protéjanlos con todo su poder! —y la manada comenzó a aplaudir nuevamente, mientras Rosa solo los mira y todo lo que piensa es que quiere huir de aquí.

Habría sido tan perfecto si hubiera tenido a sus compañeros sin todo este asunto de alfa-luna que atender.

Tan pronto como el Alfa Gregorio terminó con las ovaciones y la ceremonia, la manada comenzó la parte más esperada del día: la fiesta.

—¡Quédate con nosotros! —Jesse susurra al oído de Rosa y sus dedos viajan desde su cuello hasta su cintura por su espalda desnuda.

—Te gustaría eso, ¿verdad? —ella le pregunta riendo y sabiendo exactamente que él está excitado por su apariencia de diosa.

—No te atrevas a dejar nuestro lado, Princesa —Mike le dice, mientras Henry ya la atrae hacia su pecho haciéndola sentir la tensión en su cuerpo.