POV de Rosa
Todo mi cuerpo duele. No estoy bromeando, siento como si me hubiera pisoteado un elefante. Ni siquiera puedo abrir los ojos, pero siento dos manos sosteniéndome con fuerza y acariciando mi espalda, y no necesito que nadie me diga quién es. Es él quien me sostiene fuerte cada vez, como si tuviera miedo de que pudiera escaparme de sus brazos.
Es Jesse. Casi todas las mañanas me despierto en sus brazos. A veces creo que me observa toda la noche, o me roba de los brazos de Mike o Henry.
—Estás despierta —susurra y me da un besito en la punta de la nariz, pero llámame perra, pero no quiero responderle. Solo quiero quedarme en sus brazos por unos momentos.
Sintiéndome, levanta mi barbilla y besa mis labios, chupándolos ligeramente.
—Sé que ya estás despierta, princesa —me dice—, y si no hablas pensaré que estás enferma.
—No lo estoy —susurro y escondo mi cara de él.