—¡ELARA! —los trillizos gritaron al unísono mientras su cuerpo convulsionaba, luz plateada brotando de sus ojos y boca. Kael se movió más rápido, atrapándola mientras caía. El colgante agrietado en su garganta pulsaba con destellos irregulares de luz—. Necesitamos quitárselo —dijo Darian, agarrando el collar.
—¡No! —Ronan sujetó su mano—. ¿Recuerdas lo que dijo Tobias? El colgante está conectado a su poder. Quitárselo podría matarla.
Kael sostuvo la cabeza de Elara mientras su cuerpo temblaba.
—¿Entonces qué hacemos? —Darian cerró los ojos, pensando—. El desbordamiento. Es demasiado poder sin lugar adonde ir.
—El vínculo de pareja —Kael se dio cuenta de repente—. Está diseñado para ser compartido entre todos nosotros.
La comprensión iluminó sus rostros. Sin dudarlo, los tres hermanos pusieron sus manos sobre Elara – Kael en su corazón, Ronan en su frente, Darian en su colgante.
—Tómalo —susurró Kael—. Danos tu dolor.