Una semana después de que Eris y Vali fueran al Neko café.
Continuación desde la perspectiva de Vali:
Estaba buscando trabajo temporal para las vacaciones, me serviría para comprarme algún libro o algún detalle. Salí a comprarme la nueva edición de mi novela favorita en una sucursal de la empresa donde compraba libros en mi ciudad, pero esta vez en la sucursal de la tienda más cercana a mi nueva casa en la nueva ciudad donde vivía.
El aviso en la puerta de la librería "Se Necesita Ayudante Temporal" pareció una luz que iluminaba el camino. Estaba buscando un lugar donde trabajar de medio tiempo para vacaciones y cuando empezaran las clases, apenas tengo 16 por lo que sigo en el colegio y el trabajo va a ser de medio tiempo pero igual sería interesante trabajar en mi librería favorita. Sin dudarlo, entré y pregunté por el puesto y el libro que buscaba. La encargada, una señora amable con gafas de montura gruesa, me explicó las tareas (organizar, atender clientes, reponer) y me hizo una breve entrevista. Para mi sorpresa, me dijo que podía empezar al día siguiente, ademas logra comprar el libro que buscaba.
¡Genial! Tendría algo que hacer durante estas vacaciones además de querer verme con Eris todos los días pero nunca terminar escribiendo le, la vez que me escribió justo estaba ocupado así que le dije que le escribía cuando pudiera hacer un plan o algo, pero siempre me apenaba y nunca le terminaba escribiendo.
Al día siguiente, llegué a la librería con un poco de nerviosismo. No sabía qué esperar, pero la idea de estar rodeado de libros todo el día me entusiasmaba. Me presenté a la encargada, quien me dio algunas indicaciones básicas y me dijo que me presentaría a mis compañeros. Mientras me guiaba por los pasillos llenos de estanterías, una figura familiar llamó mi atención detrás del mostrador... ¡Era Eris!
Mi cerebro tardó un par de segundos en procesar la información. ¿Eris trabajando aquí? ¡Qué coincidencia! O quizás... ¿no era una coincidencia? Una oleada de sorpresa, seguida de una extraña mezcla de alivio y nerviosismo, me invadió. Ella levantó la vista y sus ojos se abrieron con una sorpresa similar a la mía, aunque rápidamente intentó disimular con una pequeña sonrisa.
Pensamientos de Eris:
Será que logró descubrir que comencé a trabajar aquí para entender más porque le gustan tanto los libros. Que hago que hago. Ya se debe ser todo una coincidencia, o será que sí descubrió que comencé a trabajar aquí por el.
Volviendo a la realidad (perspectiva de Vali):
"¡Eris! ¿Qué haces aquí?" pregunté, con sorpresa.
"Eso te lo pregunto yo a ti" Respondió, con un tono que intentaba ser casual pero que delataba su sorpresa.
"Vine... a trabajar," respondí, sintiéndome un poco torpe. "¿Tú... trabajas aquí?"
"Sí, durante las vacaciones. No sabía que estabas buscando trabajo," contestó, con una sonrisa y felicidad al verme reflejada en sus ojos, aunque intento disimular fingiendo que estaba tosiendo para aprovechar a taparse la cara.
"Así que se conocen. De donde se conocen." Dijo la encargada mirándonos como si su mirada dijera algo así como: Que bonita pareja hacen, se nota que no están saliendo pero que en poco seguramente comenzarán a salir, ver a estos dos en el trabajo va a ser muy divertido. Que su mirada pareciera decir eso causó que mirara a Eris al tiempo que ella me miraba a mi y los dos apartamos la mirada sonrojados.
"N- No es lo que piensas, nos conocimos la anterior semana en un concierto y solo hemos salido a un Neko café." Dije intentando aclarar la situación.
"Eh que pensabas que estaba pensando solo pregunte donde se conocieron, además que respondieras asi no sera que piensas de forma romántica en ella, o que salieron solo los dos en una cita." Respondió la encargada del local.
"Si salimos Eris y yo solos pero… No fue una cita solo una reunión de amigos." Dije intentando calmarme.
"Eso eso, no estamos saliendo ni nunca saldríamos juntos." Dijo Eris que al notar que me puse triste cuando dijo que nunca saldríamos me dijo en voz baja, "No es que me des asco ni nada, de hecho no me molestaria que salieramos juntos."
"Seguro que no se gustan, esa respuesta tan rápida pareció extraña además salieron los dos solos a un Neko Cafe, acaso eso no es una cita." Mencionó la encargada.
"N- No fue una cita." Dije en voz baja.
"Bueno ya te expliqué todo del trabajo así que los dejo. Los tortolitos quieren un tiempo a solas no? Y si no están enamorados del otro no les debería incomodar estar solos un rato no?" Dijo la encargada del local mientras se alejaba dejándonos a Eris y a mí solos ya que no había ningún cliente en ese momento en la librería.
"Espera, no nos dejes solos," dije, sintiendo un calor subir por mi cuello. La idea de estar a solas con Eris en medio de la librería, con la reciente "mención de amor de Eris y yo" de la encargada resonando en el aire, era más de lo que mi sistema nervioso podía soportar.
"No que no estaban enamorados, no les debería dar vergüenza estar solos si es así," respondió la encargada con una sonrisa pícara antes de desaparecer por la puerta de empleados. El sonido de algo crujiendo, que sospeché eran palomitas de maíz, llegaba amortiguado desde el interior, confirmando mis sospechas de que nos estaba observando con diversión.
Un silencio incómodo se instaló entre Eris y yo. Ambos evitamos el contacto visual, dedicándonos a ordenar algunos libros del mostrador que inexplicablemente parecían haberse multiplicado.
"¿Es muy diferente esta librería a la de tu ciudad? ¿Hay algo que te recuerde a... alguien de allí?" Después de unos minutos de este silencio tenso, Eris suspiró levemente y, sin levantar la vista de los libros, preguntó: "¿Así que... realmente necesitabas el trabajo, Vali? O... ¿había alguna otra razón por la que elegiste esta librería en particular?" Su tono era casual, pero sentí la ligera punzada de curiosidad en sus palabras.
Me aclaré la garganta. "Bueno... ambas cosas, supongo," respondí, sintiendo mis mejillas sonrojarse de nuevo. "Quería el trabajo para... Comprar algunas cosas. Y... bueno, me gusta leer, así que trabajar en una librería parecía una buena opción." Evité mencionar mi sorpresa al verla allí.
"¿Y qué tipo de cosas te gusta leer?" Pregunto mirándome fijamente con intensidad y mucha atención como si en ese momento lo más importante para ella fuera saber la respuesta de esa pregunta, al mismo tiempo ella sacó una libreta y lápiz disimuladamente para tomar notas de mi respuesta como si no quisiera que yo supiera que le interesaba tanto la respuesta.
"Pues, bueno lo normal supongo, misterio, novelas ligeras, mangas u otras cosas." Mencione mientras ella tomaba notas.
Justo en ese momento, un cliente entró a la librería buscando un libro infantil con ilustraciones de animales. Eris se ofreció a ayudarlo y se dirigió a la sección correspondiente, indicándome que siguiera con el mostrador. Unos minutos después, escuché un fuerte golpe seguido de un grito de dolor. Me giré rápidamente y vi a Eris en el suelo, rodeada de una cascada de libros de gran formato que aparentemente se habían desestabilizado de una estantería alta al intentar alcanzar uno para el cliente. El cliente, un hombre corpulento con barba, parecía más preocupado que molesto.
Corrí a ayudar a Eris a levantarse. "¿Estás bien?" pregunté, mi voz llena de preocupación.
Eris estaba roja hasta las orejas, sacudiéndose el polvo de la ropa. "S-sí, estoy bien. Solo... un pequeño accidente," murmuró, evitando mirarme a los ojos. Varios libros habían quedado abiertos, mostrando ilustraciones coloridas de dinosaurios.
Juntos, Eris y yo recogimos el desastre, con nuestras manos rozándose accidentalmente varias veces, lo que solo aumentó mi nerviosismo. Eris parecía particularmente avergonzada, y yo intenté aliviar la situación con una historia de mis propios accidentes lo que causó que ella me mirara con los ojos iluminados y sonrojada antes de apartar la mirada.
Poco después el cliente compró el libro y se fue.
Después de que el cliente se fuera con su libro, y mientras ambos ordenamos los libros caídos, Eris, aún con un ligero rubor en las mejillas, preguntó en voz baja: "Vali... la otra vez en el café... mencionaste que tenías una amiga de la infancia que te recomendó el lugar. ¿Es... alguien importante para ti?" Había una ligera vacilación en su voz, como si dudara en hacer la pregunta.
Una sonrisa suave apareció en mis labios al recordar a Akari. "Ah, Akari... Sí, la conozco desde hace mucho. Es una amiga increíble, muy divertida y extrovertida. Es como una hermana mayor para mí, siempre cuidándome y dándome consejos... Y tiene un gusto excelente por los cafés temáticos." Dije con sinceridad, recordando todas las veces que Akari me había ayudado.
Noté un ligero cambio en la expresión de Eris. Sus ojos, que antes me miraban con curiosidad, ahora parecían un poco más... enojados o celosos. Su agarre en los libros que estaba ordenando se hizo mucho más firme y tenso.
Dándome cuenta de su repentino cambio de humor, y sintiendo una punzada de... ¿culpa? ¿O quizás una extraña satisfacción al notar unos posibles celos de parte de ella?, me incliné un poco hacia Eris y susurré, intentando que la encargada, que seguía curioseando desde la puerta de empleados, no nos escuchara: "Pero... tú me caes mucho mejor y me interesas de otra forma, Eris." Una pequeña sonrisa traviesa se dibujó en mis labios al ver cómo sus mejillas parecían un volcán encendido de lo sonrojada que estaba Eris.
Eris apartó la mirada rápidamente, fingiendo una repentina fascinación por la portada de un libro de cocina. "C-Cállate, idiota," murmuró, con un tono finjiendo estar molesta pero que no lograba ocultar el nerviosismo y felicidad en su voz. "No digas tonterías. Solo... solo tenía curiosidad por tu... amiga." Su voz temblaba ligeramente, y la forma en que apretaba el libro contra su pecho me indicaba que mis palabras habían tenido el efecto deseado.
Una pequeña risa silenciosa escapó de mis labios. "Como digas, Eris," respondí, volviendo a mi tarea de ordenar los libros, sintiéndome inexplicablemente feliz por su reacción.
Pensamientos de Eris:
¿Por qué tuvo que decir eso? Mi corazón dio vueltas cuando mencionó a su amiga... Akari. Por la forma en que habló de ella, con esa sonrisa suave y ese brillo en los ojos, parecía... importante. Mucho más importante que una simple amiga. Sentí una punzada extraña en el pecho, algo parecido a... ¿enojo? No, no podía ser eso. Apenas lo conozco. Pero... ¿por qué me importa tanto?
Sus palabras siguientes me tomaron por sorpresa. ¿"Tú me caes mucho mejor y me interesas de otra forma"? ¿Qué se supone que significa eso? Mi cara se encendió como un farol. ¡Qué vergüenza! ¿Acaso notó que estaba... un poco celosa? No, imposible. Soy mucho más discreta que eso. O quizás no. Su sonrisa traviesa al decirlo... ¡Qué descarado yo soy la que quiere ponerlo celoso y sonrojado!
¿Interesarle de otra forma? ¿Qué clase de "otra forma"? ¿Como... como algo más que una amiga? La idea era... tentadora. Peligrosamente tentadora. Pero no podía dejar que lo supiera. No podía parecer demasiado entusiasmada. Tengo que fingir que nada paso.
Apreté el libro contra mi pecho con fuerza, como si pudiera contener el torbellino de emociones que amenazaba con desbordarse. Solo tenía curiosidad por su... amiga. Eso era todo. Una simple pregunta inocente. No había ninguna razón para que mi corazón estuviera latiendo tan rápido. Ninguna razón para que mis mejillas estuvieran ardiendo. Ninguna razón para que una pequeña y tonta sonrisa intentara abrirse paso en mis labios a pesar de mi intento de parecer que apenas nos conocíamos.
Es un idiota. Un idiota lindo. Un idiota que recuerda que me gustan los gatos. Un idiota que me regaló una camiseta. Un idiota que ahora dice... eso. ¿Qué voy a hacer contigo, Vali? Cuando estoy contigo siempre tengo esta sensación extraña de que se me va a salir el corazón de lo acelerado que se pone cuando te veo, porque me tiene que pasar esto a mi.
De vuelta a la realidad:
El resto de nuestro turno pasó con una tensión gigante que casi que se convierte en tangible es como si se pudiera cortar con un cuchillo, curiosamente la tensión no se sentía incómoda. Había momentos de silencio claro pero también miradas y pequeñas sonrisas que ninguno de los dos terminaba de reconocer abiertamente. Algo se sentía diferente entre los dos, algo que no había estado antes de que dijera el comentario de que Eris me interesa de otra forma.
Mientras ordenaba una estantería de novelas de misterio, mi mente divagaba. ¿Había sido demasiado directo? ¿La había asustado? Por un lado, la timidez de Eris a veces era frustrante, pero por otro, su reacción a mis palabras había sido... intrigante. Esa mezcla de negación y nerviosismo me hacía querer seguir descubriendo qué se escondía detrás de su comportamiento a veces "tsundere."
"Vali." Dijo con una expresión como si por fin se hubiera armado de valor para hablarme, "Me preguntaba si… No se, me acompañaras a mi casa o a cerca de mi casa al acabar el turno, pero no te hagas ideas raras es porque ya es tarde y quisiera hablar contigo un rato." Dijo con voz baja. Era un gesto sutil, pero después de su reacción en la librería, lo interpreté como una señal de que, a pesar de sus negaciones, algo estaba cambiando entre nosotros.
Al acabar el turno caminamos en silencio durante unos minutos con el sonido de alguien comiendo palomitas detrás nuestro, había visto la cara de quien era y era la encargada que al acabar también su turno decidió seguirnos para ver qué pasaba entre Eris y yo.
Finalmente, después de unos minutos Eris rompió el silencio. "Así que... Akari," dijo, su tono ahora era más neutro, aunque aún percibía una ligera tensión en su voz. "¿Es... vive aquí en la ciudad?"
Esta era mi oportunidad. "No, en realidad vive en la ciudad desde donde me mudé hace poco. Viene de visita en general a esta ciudad, creo que dentro de un tiempo va a venir." Intenté sonar casual, pero en mi interior una pequeña alarma se encendió. La llegada de Akari podría complicar las cosas... o quizás se burlaría de mí por haberme enamorado de Eris y haría que Eris se diera cuenta de que ella me gusta o Akari menciona que me gusta Eris y Eris me rechazaría.
La reacción de Eris fue sutil, pero la noté. Su paso se hizo ligeramente más lento y volteo la mirada a otro lado. "Ya veo," murmuró, sin más.
Al notar la reacción de Eris decidí dar otro paso más del que había dado en la librería cuando le dije que me interesaba y "Eris." Dije en voz alta haciendo que Eris volteara a mirarme. "No es muy tarde y no hablamos mucho en la librería por lo que quería saber si quieres ir a mi casa y asi hablamos un rato, además estamos cerca de mi casa." Al notar que se sonrojo mucho por reflejo le dije. "N- No lo digo por nada en especifico solo me gustaría hablar nada más."
"Ya lo se idiota no tenias que aclararlo, pero estas seguro, no conosco a tus padres ni familia y les podria molestar que llegues con una amiga que no sea tu novia asi de la nada, ademas m-me moriria de verguenza."
"Me mude solo a la ciudad y no tengo novia, así que eso no va a ser un problema ya que vivo solo y eres mi única amiga en la ciudad." Dije intentando convencerla.
"B-Bueno, pero que no se te suba a la cabeza entendido." Dijo tocándose el pelo.
Perspectiva de Eris:
Q-Qué está diciendo, como se le ocurre, osea vamos a estar los dos solos y todo y eso me pone feliz pero por otro lado vamos a estar los dos solos, me gusta que esté tan pendiente de cuando me pongo celosa pero estar solos en su casa es un poco… Muy vergonzoso. Pero por otro lado no tiene novia ni nada y eso me pone feliz además no parece que le guste su amiga de la infancia, espera espera espera, en que estoy pensando apenas nos conocemos porque sobre pienso tanto las cosas cuando se trata de el ademas porque siento que estoy celosa, eso no puede ser debe ser otra cosa.
"B-Bueno, pero que no se te suba a la cabeza entendido." Dije tocándome el pelo sin saber por qué. Ay dios porque Vali tiene que oler tan bien, en qué estoy pensando me estoy volviendo loca y porque sigo pensando en su olor y el olor de la camiseta que me regalo, y porque la encargada del local nos sigue siguiendo, acaso creo que no nos damos cuenta de que quiere saber qué hacemos, además es nuestra jefa, ella debería de estar trabajando.
Cuando Vali y yo nos íbamos a su casa pudimos relajarnos y comenzar a hablar normalmente solo que con una sensación de incomodidad repetitiva y pequeños silencios en los que cada vez nos mirábamos más, al final no paso nada entre Vali y yo por la culpa de aun tener en mente que la encargada y nuestra jefa seguía vigilandonos.
Después de un rato por fin llegamos a su casa, no es que estuviera muy lejos pero la incomodidad y el momento hizo que se sintiera eterno el camino a su casa, note que su casa o donde vivía no era un lugar muy grande pero tampoco era muy pequeña su casa, estaba organizada y tenía su olor lo que me hizo distraerse, él se fue a cambiarse a su cuarto mientras yo estaba con la mente en otro mundo esperando es su sala.
Que hago estamos solos en su casa y porque siento que todo huele tan bien solo huele a él y porque reconozco su olor, ahh, voy a chismear que tiene en su casa, tal vez tenga una foto de su familia o de su amiga de la infancia y pueda saber a que me enfrento, en que estoy pensando como que a que me enfrento no es como si me gustara Vali apenas nos conocemos desde hace unos pocos días no debería de pensar tanto en esto y porque estoy acostada en su sofá presionando una de sus almohadas contra mi pecho mientras la huelo, espero no darle mala impresión pensé.
Mientras me sentaba intentando organizar mis pensamientos después de haber chismeado su casa y estar acostada en su sofá Vali volvió después de cambiarse y me ofreció algo de tomar. "Volví lo siento por hacerte esperar tanto tiempo mientras me cambiaba, quieres algo de tomar o estas bien o preparo algo aprovechando, aunque admito que no soy muy bueno en la cocina." Mencionó aunque solo me fijaba en lo bien que se veía en esa ropa.
"Hola?" Dijo Vali, haciéndome volver a la realidad saltando del susto. ¡Qué vergüenza! Me había quedado embobada mirándolo. Se veía tan... hermoso y relajado con esa ropa sencilla.
"A sí, lo siento, me distraje un momento," respondí, intentando disimular mi sonrojo con una tos falsa. "Sí, gracias por ofrecerme algo de tomar y comer. Y ya que dices que no eres muy bueno cocinando, si quieres te puedo ayudar o enseñar." Además en ese momento no se me ocurría nada mejor que hacer y podría acercarme más a él.
Una sonrisa mientras aceptaba mi invitación género que mi corazón pasará de estar a mil a estar dos veces más acelerado por lo menos. "En serio? Me ayudarías mucho, mi habilidad en la cocina se basa en sándwiches y comida instantánea, si no es mucha molestia podrías ayudarme y enseñarme."
Su cocina estaba conectada con su sala, apenas entramos a su pequeña cocina me sentí inexplicablemente feliz de estar ahí con el, entendi tambien porque le costaba que entrara a la cocina, aunque él había tratado de ordenar su cocina, seguía estando muy desordenada así que primero lo ayude a terminar de organizarla y después manos a la obra. Si tuviera que recalcar lo que mas me hacia feliz de ese momento puede ser que al la cocina ser pequeña estuviéramos tandem cerca o que eso causara que pudiera olerlo mientras estábamos juntos.
Cuando buscábamos los ingredientes en la nevera, unas cuantas veces nuestros brazos se rozaron, enviando pequeñas sensaciones de felicidad y vergüenza a los dos.
"Que vamos a cocinar." Preguntó, su mirada me hizo olvidar completamente lo que tenía en mente.
Mire los materiales y me acordé que estaba pensando en hacer curri así que le conté que eso era lo que preparamos, él no era muy bueno en la cocina pero se esforzaba mucho. En un momento enseñándole cómo cocinar con un elemento de cocina noté que estábamos muy cerca pero queria estar mas cerca y me acerque mas y mas hasta que en un momento cuando se volteo a mirar a mi dirección por uno segundo que se sintió como una eternidad nuestros labios se rozaron, los dos apartamos la mirada estaba muy sonrojada para siquiera pensar con claridad, además estaba muy feliz, nunca había estado más feliz antes pero no sabia porque me sentia asi, era solo un amigo que conocí hace poco, no?
"L-Lo siento no me di cuenta de que estabas tan cerca y me volteé." Dijo tapándose los labios.
"No lo siento, es mi culpa por acercarme tanto, además no me di cuenta que te ibas a voltear y no me aleje." Dije aun mirando a otro lado, estaba muriendome de la vergüenza tocándome los labios con timidez y gusto, no me había disgustado que nuestros labios se hubieran rozado de hecho me encantó esa sensación, sabía que eso no podría ser considerado un beso pero igual se sintio muy bien, ahora quería besarme con Vali de verdad o incluso si era posible un beso de lengua, quería que Vali fuera mi primer beso aunque podría contar este roce entre los labios de Vali y míos como un beso?, no creo pero bueno.
Hay en que estoy pensando no que solo era un amigo que conocí hace poco, aunque me hacía sentir más cómodo y especial que cuando estaba con cualquier otra persona, no, no puede ser que ya me haya enamorado de él, solo no lo sobre pienses, así seguí sobre pensándolo todo el rato.
Todo despues se sintio un poco incomodo hablamos un poco pero se sentía un silencio que no era incomodo era mas como de vergüenza pero felicidad al tiempo combinadas. Comimos lo que preparamos y me acompañó a mi casa, como lo iba a mirar a la cara mañana después de todos los escenarios tan obscenos y cursi que me imagine con él, al final llegué a mi casa y después de mucho pensarlo me quede dormida del cansancio mental de sobre pensarlo tanto.
Perspectiva de Vali:
Q-Qué voy a hacer, casi nos besamos, me acelero el corazon mucho mas de lo que ya estaba, pude fingir hasta ese momento pero después de eso no puede fingir más lo emocionado y feliz que estaba espero que eso no la haya molestado, aunque no se veia molesta se veia… Feliz de alguna forma, solo parecía muy avergonzada para admitirlo, espero que no se haya dado cuenta de lo feliz que estaba o de todo lo que me estaba imaginando con ella mientras pasaba el rato, será que se molesto o lo hice demasiado evidente, ahh nose, bueno ya vere que hago mañana en el trabajo.
Al final la Jefa de Vali y Eris vio todo, los siguió espiando por la ventana con unos binoculares encima del balcón de su casa con un libro para leer labios, no se enteró de todo pero se entero más o menos lo que pasaba, el día siguiente el chisme estaba rondando entre las chismosas del vecindario, entre las chismosas del vecindario la duena del Neko Cafe al que habian hido, que dio mas partes del chisme según lo que vio en su negocio.