Las antiguas guerras de Lira

La revelación de la amenaza Cthulhu y el verdadero motivo de la llegada de los Netlin había dejado a los habitantes de Umbría en un estado de shock existencial. La escala del conflicto superaba todo lo imaginable. Merlín, sintiendo que las piezas del rompecabezas cósmico aún estaban incompletas, se sumergió de nuevo en los textos más antiguos y peligrosos de la biblioteca secreta.

Ignoró las Clavículas por un momento, centrándose en fragmentos que rara vez consultaba, textos que ni siquiera la mayoría de los Magos Antiguos conocían, escritos en lenguajes estelares olvidados y llenos de conceptos que desafiaban la lógica humana. Entre ellos, encontró referencias crípticas a las "Estrellas del Arpa" y las "Guerras del Vacío". Con la ayuda de hechizos de traducción complejos y su vasto conocimiento lingüístico, Merlín comenzó a descifrar un conjunto particular de tablillas de cristal oscuro, conocidas como los "Fragmentos Liranos".

Lo que descubrió lo dejó helado, haciendo que incluso la amenaza de Poimandres y Cthulhu pareciera una nota a pie de página en una historia mucho más vasta y aterradora.

Volvió a convocar al Consejo, su rostro marcado por una fatiga que no era solo física, sino cósmica.

"Lo que Alatar vio... Cthulhu... es solo una facción," comenzó Merlín, su voz apenas un susurro al principio, pero ganando fuerza a medida que hablaba. "Los textos... los Fragmentos Liranos... hablan de una época de conflicto inimaginable, mucho antes de que la humanidad aprendiera a encender fuego, quizás incluso antes de que los Netlin cayereran. Hablan de las Guerras de Lira."

Extendió una mano sobre la mesa, y una imagen nebulosa y cambiante apareció en el aire, proyectada por su magia. Mostraba galaxias en colisión, estrellas siendo devoradas y nebulosas ardiendo con fuegos alienígenas.

"La constelación de Lira," explicó Merlín, "fue, hace eones, el centro de un imperio galáctico, o quizás un campo de batalla clave. Los textos describen un conflicto a escala cósmica entre múltiples razas no humanas, seres de poder y tecnología que escapan a nuestra comprensión."

Señaló diferentes puntos en la imagen holográfica. "Por un lado, estaban las entidades que ahora asociamos con el mito de Cthulhu. Los Primigenios del Vacío Exterior, seres de caos y entropía, buscando expandir su influencia desde dimensiones más allá de la nuestra."

La imagen cambió, mostrando figuras reptilianas, altas y escamosas, con ojos fríos y calculadores, comandando flotas de naves con formas orgánicas. "Se enfrentaron a los Saurianos Draconianos, o 'Reptilians' como los llaman algunos mitos posteriores. Una raza antigua, tecnológicamente avanzada, territorial y con una estructura social jerárquica y despiadada. Buscaban el dominio, el control genético, la asimilación de otros mundos."

La imagen volvió a cambiar, mostrando ahora seres altos y delgados, con grandes ojos negros y piel grisácea, operando maquinaria compleja en entornos estériles. "También estaban los 'Grises', o los Emisarios de Zeta Reticuli. No necesariamente guerreros, sino exploradores, científicos, quizás bio-ingenieros, cuyas motivaciones eran (y probablemente siguen siendo) inescrutables. Sus métodos a menudo implicaban la manipulación genética y el estudio frío de otras formas de vida."

Finalmente, la imagen mostró criaturas que parecían insectos gigantes y biomecánicos, moviéndose en enjambres coordinados, construyendo estructuras colosales y desatando armas de energía devastadoras. "Y los 'Insectoides' de la Nebulosa del Ciempiés. Una conciencia colectiva, expansiva, que veía a otras formas de vida como recursos o infestaciones a erradicar. Su fuerza residía en su número y su coordinación perfecta."

Merlín hizo una pausa, dejando que la enormidad de la revelación se asentara. "Estas cuatro facciones, y posiblemente otras que los textos no nombran o que se perdieron en la traducción, libraron una guerra que abarcó milenios y destruyó incontables mundos. Las Guerras de Lira."

"¿Y los Netlin?" preguntó Aria, sintiéndose increíblemente pequeña.

"Los Fragmentos Liranos los mencionan brevemente," respondió Merlín. "Los llaman los 'Vigilantes Caídos'. Sugieren que los Netlin intervinieron en las Guerras de Lira, quizás intentando imponer orden, quizás eligiendo un bando, o quizás su 'Caída' fue una consecuencia directa de esa guerra, un castigo por su interferencia o un daño colateral de las energías desatadas."

"Entonces," dijo Kaelen, tratando de entender, "¿vienen aquí, a la Tierra, porque Cthulhu está despertando, y él era uno de los bandos en esa guerra?"

"Exactamente," confirmó Merlín. "La Tierra, por alguna razón, quizás por su posición estratégica, por sus recursos mágicos latentes, o por ser un antiguo puesto avanzado de una de estas facciones, es ahora un punto focal. El despertar de Poimandres y la influencia creciente del Caos han debilitado las barreras, atrayendo la atención de los Primigenios tipo Cthulhu. Y la llegada de estos Primigenios, a su vez, ha activado la respuesta de los Netlin, los Vigilantes Caídos, que vienen a contener o a enfrentarse a su antiguo enemigo."

"¿Y qué hay de los Reptilians, los Grises, los Insectoides?" preguntó Lyra, horrorizada ante la idea de tantas amenazas.

"No lo sé," admitió Merlín. "Podrían haber sido destruidos en las Guerras de Lira. Podrían estar observando desde lejos. O podrían ver la situación actual como una oportunidad para regresar y reclamar lo que consideran suyo. Estamos en medio de un conflicto cósmico cuyas ramificaciones apenas podemos empezar a imaginar."

El silencio en la biblioteca era pesado, cargado de una comprensión aterradora. Su lucha contra Nyx y Morgana, la defensa de Umbría, todo parecía ahora una simple escaramuza local en el borde de una guerra galáctica milenaria.

"¿Qué hacemos, Merlín?" preguntó Aria, su voz apenas un susurro. "¿Cómo luchamos contra... todo esto?"

"Hacemos lo que siempre hemos hecho," respondió Merlín, aunque su voz carecía de su habitual certeza. "Nos preparamos. Aprendemos. Buscamos la fuerza en nosotros mismos y en nuestros aliados. Fortalecemos nuestras defensas. Y usamos el conocimiento que tenemos, la Tabla Esmeralda, las Clavículas, con la mayor sabiduría posible. Puede que seamos pequeños en la escala cósmica, pero este es nuestro mundo. Y lo defenderemos."

Pero en sus ojos, incluso Aria pudo ver la duda. Se enfrentaban no solo a la oscuridad, sino a un universo lleno de horrores antiguos y guerras estelares, un universo mucho más grande, extraño y peligroso de lo que jamás habían soñado. La supervivencia de Umbría, y de la Tierra misma, acababa de volverse exponencialmente más incierta.