"Manual de Cultivo del Valle Interior — Herencia del Guardián de la Tierra Profunda."
Sus dedos temblaron.Las primeras páginas describían cosas que apenas había comenzado a experimentar: el despertar del Qi, la respiración que nutría la energía vital, la conexión entre emoción y crecimiento físico. Pero a medida que avanzaba, el contenido se volvía más profundo... y más extraño.Técnicas de canalización de energía a través de las plantas. Métodos para crear "formaciones de cultivo" que aceleraban el crecimiento personal y el del entorno. Páginas enteras sobre rituales de vinculación con espíritus elementales del bosque, del agua y del fuego. Y finalmente, una sección sellada por un símbolo, que no podía abrir aún."Este libro responde al cultivador que demuestra armonía con el Valle. No fuerces lo que aún no entiendes."
Santiago cerró el libro lentamente, con el corazón latiendo como tambor.Lo entendió de inmediato: aquel libro no solo era una guía. Era un legado. Una llave a un conocimiento que, en el mundo moderno, se había perdido... o había sido ocultado a propósito.Esa noche, volvió a casa sin decir palabra, con el libro envuelto en la tela azafrán, oculto bajo su camisa. Se encerró en su habitación y, por primera vez en años, encendió una vela de cera hecha por su madre. La luz cálida titilaba mientras él abría el libro una vez más.Y comenzó a copiar.No por temor a perderlo, sino porque quería entender. Cada símbolo, cada instrucción, cada advertencia.No era solo un lector ahora.Era el nuevo guardián de ese saber.
Y en lo profundo del valle, la fuente volvió a llenarse sola. El agua brillaba con un resplandor tenue. Como si esperara.Como si supiera que la verdadera siembra… apenas comenzaba.