(18) La dificultad de la segunda misión mundial se disparó

[Misión multiversal #2]

- Obtén el título de Kenpachi de tu generación.

Al ver la nueva misión, William cayó en depresión. Las misiones multiversales eran completamente distintas a las misiones mundiales, la dificultad se disparó. Completar esa misión no solo requería derrotar a Zaraki Kenpachi, el capitán de la undécima división, sino que además dibujaría una diana en su espalda para Retsu Unohana.

¿Quién era Retsu Unohana?

Aunque es la amable y respetuosa capitana de la cuarta división, bajo esa fachada había algo más oscuro y siniestro. Ella fue una antigua criminal de la Sociedad de almas que conocía todas las artes de la espada del mundo. Por esa época se llamaba Yachiru, un nombre autoimpuesto en relación a la gran cantidad de estilos de zanjutsu que conocía. Más adelante, Yamamoto demostró interés en su fuerza y la nombró como la primera capitana de la onceava división del Gotei 13 hace más de mil años, y además fue la primera en recibir el sobrenombre de 'Kenpachi'. 

Ese título los reciben únicamente los shinigamis que más aman la lucha y los que más enemigos han matado en el campo de batalla. Era tan poderosa que se sentía aburrida, con el único propósito de encontrar a un oponente que fuera digno de cruzar espadas con ella.

Ese oponente llegó, y fue Zaraki que en ese momento era un niño. Ese niño obtuvo el título de Kenpachi tras creer que había matado a la Kenpachi anterior, pero ella no murió y cambió su nombre a Retsu, pasando a ser la capitana de la cuarta división y escondió quien verdaderamente era ella.

"¿En serio tengo que derrotar a uno y ser el objetivo de ambos?" murmuró deprimido al pensar en ello.

No quería matar a ninguno y por suerte no era absolutamente necesario. Solo tenía que derrotar a uno de los dos limpiamente y tomar el título de Kenpachi como hizo Zaraki. El problema era que hacerlo solo le dibujaría una diana en la espalda y atraería a esos dos monstruos insaciables y combativos hacia él.

Zaraki Kenpachi era aterrador, pero William sentía más miedo de Retsu Unohana. No quería encontrarse delante de ella cuando se desatase la voluntad del primer Kenpachi. Si Zaraki Kenpachi es como un monstruo violento y sanguinario, Retsu Unohana es como la misma oscuridad, la cual no podías ver el final pero desde el otro lado había algo observándote, acechando con un hambre absoluto.

El zanjutsu que tenía actualmente, la cual es la habilidad para blandir la espada, era solo de rango excelente. 

Podría tener un nombre increíble, pero sobre ese rango estaba el rango sobresaliente y William estaba seguro que había rangos todavía mayores.

Después de todo, su reiatsu estaba en el rango sobresaliente pero la descripción decía que era un reiatsu de clase 3, comparado a un capitán mediocre.

¡Todavía había seres con un reiatsu mucho mayor que un capitán mediocre!

William intuía que el final sería el reiatsu del rey de las almas encerrado en el palacio, pero no sabía cuantos rangos le quedarían para alcanzarlo.

Y William creía que el Zanjutsu de Retsu Unohana no sería inferior al siguiente rango después de sobresaliente.

Si Yoruichi era la diosa del destello por ser una maestra en shunpo, entonces Retsu debería considerarse la diosa de la espada por ser una maestra en zanjutsu.

Era solamente la segunda misión multiversal emitida por el sistema y ya lo enviaba contra esa clase de monstruo antiguo.

"Espera, ¿No habría alguna forma de que Retsu pudiera enseñarme zanjutsu?" dijo William con inspiración.

Había mejorado a pasos agigantados el shunpo otorgado por el sistema tras el entrenamiento de Yoruichi. Seguramente podría mejorar igual en zanjutsu si tenía un maestro a la altura.

Retsu tenía una buena personalidad la mayor parte del tiempo, a diferencia de Zaraki que solo buscaba luchar contra otros hasta la muerte. Ir a la sociedad de almas no sería un problema, podía usar Garganta o pedírselo a Kisuke. Cuando tuviera que ir a la Sociedad de almas debía hacerlo solamente con su alma, pero eso era fácil con la ayuda del guante que se vende en la tienda llamado Gokon Tekko.

El problema empezaba cuando entrase a la Sociedad de almas.

¿Cómo contactaría con Retsu?

Además, ni siquiera sabía donde se encontraba ninguna de las divisiones del Gotei 13 por lo que no podía simplemente avanzar con la esperanza de encontrar el cuartel de la cuarta división. Mientras pensaba y pensaba... llegó a una única conclusión.

Estaba nervioso, e incluso todo su cuerpo tembló levemente, dudando si su única solución funcionaría como pensaba, pero era su única idea donde implicaba no enemistarse con el Gotei 13.

"Es un cincuenta cincuenta. O funciona muy bien o termina terriblemente mal." dijo William, tragando saliva mientras volvía a pulsar sobre el botón de ir a Bleach.

El viaje espacio-temporal lo llevó de vuelta al universo de Bleach. Aunque esta vez no fue como las veces anteriores. Se preguntó si era porque se había acostumbrado o era porque había obtenido una habilidad que le permitía hacer cosas parecidas.

De todas formas, llegó al callejón donde se escondió la última vez para regresar al universo de Attack on titan. Al mirar el cielo, parecía que llegó por el día.

Había descansado por diez días en el universo de Attack on titan. Pasó tiempo con su familia, vivió su vida común y corriente, jugó con sus amigos... pero todas las noches antes de dormir se paraba a pensar sobre la próxima misión y cómo iba a afrontarla.

William usó Shunpo para moverse sin ser visto hasta la tienda de Urahara. Necesitaba dejar su cuerpo físico con alguien, y solo la tienda era el lugar más seguro. Pensó en pedirle que usara un alma artificial para que habitase su cuerpo, pero recordando a Kon lo descartó.

Al llegar a la entrada y abrir la puerta corredera de la tienda, lo saludó el tendero Kisuke Urahara con una energía excepcional.

"¡Bienvenido! ¡Es un placer verte de nuevo por aquí, William! ¿Qué te trae de nuevo por aquí? ¿Podría ser... estás por Yoruichi?"

El rostro de William se oscureció por el tono que Kisuke lo dijo. Fue rechazado la primera vez y aquel hombre se lo recordó nada más regresar. William creyó que Kisuke solamente se estaba burlando de él, pero decidió no caer en su broma.

"No." negó William y cambió de tema. "Estoy aquí para dejar mi cuerpo aquí y adentrarme en la Sociedad de almas. Necesito tu ayuda para llegar hasta allí así como para cuidar de mi cuerpo."

Podría usar Garganta pero eso atraería mucha atención y además era una de las habilidades del camino Hollow por lo que sería increíblemente difícil de explicar. Mientras no fuera totalmente necesario decidió no usar sus habilidades de Hollow que no fueran pasivas, las pasivas no podía controlarlas, pero todas las demás si podía restringirlas.

Los ojos de Kisuke se abrieron por la sorpresa. No esperó tal pedido por parte de William, pero eso era lo que lo hacía único y emocionante. Aunque Kisuke no podía evitar sentir una punzada de lástima por Yoruichi, la cual seguía entrenando en el subterraneo sin saber que William ya había llegado.

"¿Y para qué vas a ir a la Sociedad de almas? ¿Acaso quieres vencer a más capitanes?" preguntó Kisuke con verdadera curiosidad.

"En cierto sentido, eso podría ser." pensó William, ya que debería hacerse con el título de Kenpachi, y para hacerlo debía derrotar a uno de los dos capitanes. "Pero eso será para más adelante, por el momento quiero ver si puedo ser entrenado por Retsu Unohana."

Cuando Kisuke escuchó ese nombre, sintió un breve temor al recordar a la amable capitana de la cuarta división. Aunque era amable, había veces que de una mirada podría ponerle a él y al capitán Shunsui con la piel de gallina. Era de las pocas personas con las que Kisuke no se atrevía a bromear.

"Ya veo, ¿Se conocen?" preguntó Kisuke.

"No"

"¿Y cómo planeas hacer que te entrene? Y eso es en el caso de que la encuentres, ¿Cómo planeas encontrarte cara a cara con ella? Ni siquiera podrás entrar al Seireitei sin ser un shinigami oficial." preguntó Kisuke sin comprender el pensamiento de ese joven con el que estaba hablando.

"Será una gran apuesta. Gritaré frente a las puertas que soy el hijo de Retsu Unohana y que he venido a verla. Estoy seguro que al menos podré verla de esta forma." declaró William.

Kisuke soltó el agarre de su abanico, el cual cayó al suelo. No sabía si aquel joven era un ignorante, valiente, o simplemente un tonto. Dejando de lado a Aizen y Yamamoto por ser casos especiales, William estaba provocando a uno de los capitanes más peligrosos.

"¿Estás loco?" soltó Kisuke sin pensarlo.

"¿Acaso eso rompe alguna regla de la Sociedad de almas? Mientras no entre al Seireitei sin autorización, no estaré violando ninguna regla." respondió William con una sonrisa astuta. "Y si Retsu me deja entrar y me entrena o no... solo se sabrá después de hablar con ella."

Kisuke tenía que admitir que William tenía grandes agallas. Pensando en Retsu y en que William no rompería ninguna regla imaginó que lo peor que podría ocurrirle sería solo una paliza por parte de la amable capitana de la cuarta división.

Kisuke no conocía la verdadera identidad de Retsu, sino no habría pensado de esa forma.

"La puerta del Senkaimon tardará siete días en abrirse. Hasta entonces deberás esperar aquí." dijo Kisuke, mientras su mente pensaba en la forma de unir a William y Yoruichi.

"Gracias, parece que te debo otra. Si alcanzo el poder necesario te aseguro que te ayudaré a lidiar con Aizen y limpiaré tu nombre y el de los Visored." respondió William, dejándolo sin palabras.

Kisuke no fue educado y aceptó la buena voluntad de William al momento que procesó su significado. No sabía cuales eran los canales de información que William tenía, pero parecían verdaderamente profundos para sacar a la luz información ocultada de hacía más de cien años. Cuando Kisuke le quiso advertir sobre la habilidad del shikai de Aizen, William simplemente dijo que ya lo sabía y que se asegurará de no verla nunca.

William solo pudo imaginarse que alguna vez aparecería una misión que trataría sobre Aizen, ya que era uno de los grandes villanos de Bleach. Pero en el caso hipotético de que no apareciese, William se aseguraría de lidiar con Aizen.

La búsqueda de poder estaba bien, pero la forma en la que lo hace Aizen es errónea. William estaba bien siempre que no dañaran a otras personas para lograr sus fines, pero Aizen no miraba a las demás personas a su alrededor como personas. Aizen utilizaba las vidas de los demás como piezas de ajedrez, jugando con ellas y sacrificándolas cuando fuera necesario para lograr su meta.

Kisuke le instó a entrar y William aceptó. Cuando Willian fue a bajar al subterráneo, Kisuke le dio una nota para entregársela a Yoruichi. William simplemente aceptó, aunque con dudas ya que podría bajar a decírselo en persona. William no lo pensó demasiado y bajó al subterráneo.

Todavía tenía siete días de espera, bien podría entrenar un poco para hacerse más fuerte.

Aunque el sistema era una forma rápida de crecer, no era la única.

Al ver a William descender al campo de entrenamiento subterráneo, Kisuke bloqueó la entrada con varios Kidos poderosos. Estaban Rukia e Ichigo allí abajo también, pero Kisuke lo hizo para que William y Yoruichi no pudieran escapar.

"Esto me va a traer muchos problemas. Yoruichi podría matarme de verdad por esto." murmuró Kisuke mientras volvía al almacén para comenzar a preparar el Senkaimon.

En el subterráneo, Yoruichi controló su temperamento cuando percibió el reiatsu de William descendiendo. Se sintió aliviada y su humor mejoró mucho.

"Si que tardas en regresar a saludar a tu maestra." dijo Yoruichi con los brazos cruzados. "¿Qué? ¿Al final conseguiste tu objetivo? ¿Venciste a un capitán?"

"Si, lo logré." respondió con una sonrisa un poco orgullosa. Luego le entregó la carta de parte de Kisuke.

Yoruichi estrujó la nota con fuerza. William observó como las venas de la frente de Yoruichi se hinchaban una tras otra y sus puños temblaban con rabia. Indudablemente, William creyó por un momento que estaba viendo a Yoruichi usando Shunko, aunque en verdad no lo estaba usando y era solamente el aura mezclada con el reiatsu que escapaba de Yoruichi.

"¡KI-SU-KEEEE!" rugió Yoruichi a toda potencia.

De no ser porque William sabía que estaba en el universo de Bleach habría pensado que estaba viendo una transformación en super saiyajin.

¡Incluso el suelo comenzó a resquebrajarse bajo la presión espiritual!