La mañana cayó como una niebla densa sobre los salones interiores del Clan Muheon.
Jin se encontraba meditando frente a una formación circular construida con jade de memoria.
Frente a él, su padre sostenía un nuevo tomo, más delgado… pero mucho más peligroso.
—Hoy comenzamos con la segunda técnica —dijo con tono serio—.
Una de las más difíciles de dominar para alguien tan joven.
Extendió el tomo.
—Su nombre es Ojo del Horizonte Silencioso.
—¿Es una técnica de visión? —preguntó Jin, aún recuperándose del martillo.
—Es más que eso —respondió su padre—.
No sirve para ver enemigos.
Sirve para leer sus decisiones antes de que existan.
Jin frunció el ceño.
—¿Precognición?
—No. Probabilidad táctica.
Abrió el libro, y líneas geométricas flotaron por toda la sala.
—Esta técnica vincula tus núcleos con el campo de energía externo. Te permite analizar el Qi ambiental, la tensión espiritual de las decisiones ajenas, y crear un mapa de intención.
Jin tragó saliva.
—…Suena como algo que puede matarme si calculo mal.
—Por eso —dijo su padre— no se enseña a nadie que no tenga al menos dos núcleos.
—Y tú tienes tres.
Ahora aprende a usarlos.
Las primeras prácticas fueron casi insoportables.
La técnica exigía que Jin abriera su percepción completa, no solo la visión.
Tuvo que sentir:
La presión del aire.La fluctuación del Qi en objetos.La microintención en los músculos de quienes lo rodeaban.
Durante una semana entera, no pudo dormir sin mareos.
Su cabeza vibraba.
Sus ojos ardían.
—No estás viendo demasiado —le dijo Qian Rou—.
Estás intentando controlar lo que no puedes leer aún.
Jin meditó durante tres días seguidos sin moverse.
Y al cuarto día, algo cambió.
Activó la técnica.
"Técnica: Ojo del Horizonte Silencioso – Sincronización inicial."
Frente a él, su padre simuló una emboscada de tres ataques de energía mixta.
Antes de que se activaran por completo… Jin ya estaba moviéndose.
No con velocidad.
Con sincronización.
Sus pasos eran simples, pero perfectos.
Cada movimiento estaba adelantado un segundo a la intención de ataque.
Cuando todo se disipó, Jin no solo no recibió daño…
había colocado una daga en el lugar exacto desde donde su padre había empezado.
—No los vi venir.
Los leí.
Su padre sonrió.
—Entonces lo lograste.
Tu segundo paso hacia el cuarto núcleo… está firme.
Esa noche, Jin dibujó en su libro personal:
"Técnica II: Dominada."
Nombre: Ojo del Horizonte Silencioso
Aplicación: Combate táctico, defensa en tiempo real, manipulación de terreno.
Y al final, una línea más personal:
Ahora… veo el mundo moverse… antes de que lo haga.