—¡Tú eres quien busca la muerte!
La voz fría estaba llena de una espantosa intención asesina.
Xiao Yi salió disparado de la Cueva del Deseo, trayendo consigo una ráfaga que con un estruendo, se abalanzó directamente sobre Tan Zheng.
—¿Hmm?
El rostro de Tan Zheng cambió, su cuerpo irradiando luz a cien yardas de distancia.
Vastas cantidades de energía vital convergieron frente a él, formando un escudo de energía que brillaba con el lustre del oro, como si estuviera forjado del metal mismo. Era inmensamente sólido, tanto que incluso los guerreros comunes en el Pico del Reino de la Tribulación Tao soñarían con destrozarlo.
Sin embargo...
Bajo el barrido de este viento feroz.
Este poderoso escudo de energía explotó con un estruendo.
El viento violento envolvió a Tan Zheng, lanzando su forma violentamente por el aire.
¡Wow!