Una confesión poco común

Klein se despertó con la alarma molesta sonando. De un golpe brusco la silenció y se paró de la cama.

Se lavó los dientes, se duchó y vistió para irse a la escuela. No desayunó, ya que se le hacía tarde.

Agarró su bicicleta y pedaleó rápidamente.

A pesar de sus esfuerzos, Klein había llegado tarde a la escuela, motivo por el cual el guardia le negaba el acceso.

La chica que Klein había visto el día anterior se mostró. Le dio un vistazo rápido y luego le dijo:

-No te ves muy bien, ¿te resfriaste ayer?

Klein negó con la cabeza, reprimiendo un moco atorado en su nariz.

-Está bien, déjelo pasar. Él es un compañero de mi clase.

La chica simplemente asentía en señal de acuerdo para que dejarán pasar a Klein.

No me pagan lo suficiente como para ponerme a pelear con unos niños... El guardia se resignó y dejó pasar al estudiante que esperaba en la entrada.

Klein pasó a través de la entrada y se apresuró a ir hacia su aula, acompañado de la chica que le hizo el favor. A mitad de camino, su visión comenzó a girar en círculos y cayó al suelo con un golpe seco.

Se despertó en la enfermería de la escuela, con la chica sentada esperando en una silla.

-No desayunaste, ¿Eh?-. Dijo la chica con una expresión divertida-. Debes de priorizar tu salud antes que nada.

-Ya basta. ¿Por qué me has estado siguiendo desde ayer?

La expresión de Klein mostraba cierta incomodidad y a la vez curiosidad.

-¿Uh? Yo no te he estado siguiendo, simplemente han sido coincidencias que para ti han sido afortunadas. Aunque, si tuviera que darte una razón, sería porque me gustas.

Klein abrió la boca de incredulidad.

-Yo... ¿Te gusto? ¿Por qué?

De seguro me está jugando una broma...

-Bueno, es porque me pareces atractivo. -La chica esperó con anticipación la respuesta de Klein-. Dime, ¿debería de haber una razón más allá de eso?

-No... ¿No?

-No lo sé, tú dime. Es lo que estoy preguntando.

-¿Tal vez?

-Puede ser.

-Ahh, para. No entiendo nada. ¿Esto se supone qué es una declaración?

-No exactamente. -La chica hizo un 'no' con el dedo índice de una de sus manos-. Simplemente quería ver si podíamos ser amigos.

-¿Amigos?. -Klein hizo un mueca extraña-. ¿Qué clase de persona le dice a otra que le gusta solo para ser 'amigos'?

-Mira, no es que no me gustes, sin embargo, definitivamente sería raro iniciar una relación con una persona que no conoces. Así que para evitar eso, deberíamos de conocernos primero, y que mejor forma de hacerlo que siendo amigos. -La chica inclinó un poco su silla, acercándose más a Klein-. ¿Entonces, qué me dices?

-Bueno... Ciertamente no es una propuesta muy común, pero creo que no tengo objeciones...

La respuesta de Klein parecía más una pregunta que una aceptación.

-¡Perfecto! ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Klein, ¿Y tú?

-Que hermoso nombre, aunque ya lo conocía. -La chica hizo una pequeña sonrisa-. Yo me llamo Kira.