Capítulo 173 ─ Reclamando la Compañía Comercial Elte (2)

Si quitas dinero y poder, ¿qué te queda? 

Cuando lo pierdes todo y te arrojan a la zanja, sin oportunidad de volver jamás, ¿creerías que aún podría haber una persona tendiéndote la mano? 

Una vez que el aroma del dinero y el poder se desvanece de tu cuerpo, lo único que atraerás son moscas. 

Así que, una vez que te descarten..., no quedará nadie a tu alrededor. 

Ese final para una vida era algo que la mayoría de los comerciantes adinerados terminaban enfrentando. 

Entre aquellos que se hicieron un nombre como comerciantes adinerados en Oldec, solo un puñado fue feliz 

en sus últimos años. 

¿Crees que eres diferente?

¿Crees que existe un final feliz en una vida llena de traiciones y mentiras? 

Tu final será el mismo que la mayoría.

Uno que termina deprimentemente en la oscuridad mientras te arrastras por el lodo. 

Ya sea que hayas elegido esta vida porque quisiste o fuiste forzada para sobrevivir... Eso no importa. 

Una vez que entras en esta esclavitud, nunca puedes salir de nuevo.

Elte Kecheln, con una risa amarga y el cuello dando vueltas de un lado a otro, lanzó una maldición.

Cubierto de sangre dentro del convoy, mostró sus dientes con una cara espeluznante y se rio durante mucho tiempo.

-Chip, chip.

Así, Lortelle abrió los ojos.

Podía sentir el aire refrescante único de la mañana del bosque del norte.

En el interior de la villa, bañada por la luz del sol de la mañana, los muebles de madera cuidadosamente diseñados se alinean de manera ordenada.

La expresión de Lortelle era infinitamente tranquila mientras apartaba lentamente la manta y levantaba la parte superior de su cuerpo.

No estaba en pánico ni molesta por tener tal sueño. Después de todo, era una rutina diaria. 

Porque era como cualquier otro día.

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El Dragón de la Lanza Sagrada Wellbrock.

Intenté recordar ese nombre en mi mente. 

Un dragón sagrado mítico que no podía ver la luz del mundo porque Luden McLore—"El Primer Santo de la Espada"—lo selló, y la gran sabia Sylvania mantuvo el sello desde el momento en que lo hizo. 

El monstruo conocido como el "Dragón Devorador de Dioses", que intentó quemar el mundo una y otra vez durante la era mítica e intentó devorar el mundo varias veces más desde entonces. 

Sin embargo, fue detenido por los héroes representativos de cada era, cuyas acciones finalmente se convirtieron en historias para los libros de historia.

 El rugido de Wellbrock que cortó el cielo también se convirtió en una historia en los libros de historia, ya que la generación que recordaba su majestuosidad había pasado. 

El jefe final en el final de El Espadachín Fracasado de Sylvania fue resucitado sin previo aviso.

Una calamidad que voló la mitad de la isla con un solo movimiento, masacrando a miles de personas con sus escamas y un rugido lleno de poder mágico. 

Incluso cuando un famoso Archimago y guerrero acudió a detenerlo, no pudo hacer ni un solo rasguño en el cuerpo de El Dragón de la Lanza Sagrada Wellbrock.

Incluso Lucy, que había sido tratada como una genia de entre todos los tiempos, como máximo solo podía interceptar su ataque. Incluso para el guardián, Obel Forcius, era un oponente demasiado poderoso y finalmente encontró el final de su vida enfrentándolo. 

Como jefe que concluía toda la historia, era un oponente que presumía un poder tan tremendo que hacía preguntarse cómo era posible siquiera derrotarlo. 

Para ser franco, no podías ganar. 

Estaba escrito en la información de herramientas que las escamas de Wellbrock solo podían ser perforadas por un medio especial. 

Ese medio especial dependía de una sola cosa: el personaje principal, Taylor McLore, y su Habilidad del Santo de la Espada. 

Al menos en el juego... No importaba qué otros medios poderosos lanzaras contra él, era imposible romper las escamas de Wellbrock. 

Ninguna espada, lanza o magia podría atravesar los puntos vitales de Wellbrock, incluso si pudieran alcanzarlos. 

Especialmente cuando se trataba de apuñalar su corazón... Aparte de la Habilidad del Santo de la Espada de Taylor, era imposible. 

Iba más allá del punto del absurdo, hasta el punto de ser antinatural. Era como si el mundo estuviera hecho para hacer de Taylor un héroe. 

Eso era obvio. Taylor tenía el destino del protagonista. Era una Habilidad del Santo de la Espada ideada por Luden McLore, quien selló al Dragón de la Lanza Sagrada hace mucho tiempo. Era perfectamente natural que solo Taylor, 

que heredó esa Habilidad del Santo de la Espada, pudiera perforar las escamas de Wellbrock. 

...Eso decían, de todos modos. No era completamente convincente, pero tampoco podía refutarse realmente. 

—No esperaba que me llamaras... 

—Tampoco quería llamarte. Después de todo, ni tú ni Taylor me quieren mucho. 

—....

La terraza de una cafetería cerca del Puente Mekses. La sección comercial del distrito se formó alrededor de la entrada del Puente Mekses, así que había bastante gente alrededor. 

La chica al otro lado de la mesa era alguien que no había visto en mucho tiempo: Aiyla Triss.

 La chica con mayor importancia entre las cuatro heroínas principales de El Espadachín Fracasado de Sylvania. 

La amiga de la infancia de Taylor McLore, que lo apoyaba 

cuando estaba pasando por momentos difíciles o estaba exhausto... Cualquiera que hubiera jugado El Espadachín Fracasado de Sylvania aunque fuera un poco se habría encariñado con ella. 

Su cabello corto, castaño, caía con gracia hasta los extremos de sus hombros. Su apariencia elegante, con ese cabello ligeramente rizado en las puntas, combinaba bien con su personalidad. 

Sin embargo, cada vez que me veía, actuaba a la defensiva, como si estuviera con un monstruo... Así que nunca me molesté en acercarme a ella. 

De vez en cuando, a través de rumores, confirmaba que ella 

seguía al lado de Taylor mientras trabajaba en el escenario principal. 

Pasó bastante tiempo, y quizás ahora tenía una relación 

especial con Taylor... Cuando caminaba por el campus, a menudo escuchaba rumores sobre que salían.

En cuanto a mí... Todo lo que hice fue aplaudirlos desde lejos. 

Después de retirarme, no pude adaptarme a un mundo pacífico, así que me quedé en mi habitación durante mucho tiempo. 

Cuando mi cuerpo estaba físicamente herido y mi mente herida de más maneras de una, verlos a los dos me sanó bastante. 

Ambos eran infelices y agresivos hacia mí, pero como 

jugador, eran bastante adorables... Así que no sentía ninguna malicia hacia ellos... Mientras me limitara a observarlos desde lejos. 

Aun así, las cosas habían cambiado mucho.

Se había convertido en una situación en la que tenía que acercarme a ambos. 

Era un poco demasiado reunirme con Taylor, que era hostil hacia mí tan pronto como me veía, así que pensé que debería reunirme primero con Aiyla para hablar. 

Las vacaciones terminarían en cinco días. Era hora de que los estudiantes volvieran a clases. 

Aiyla acababa de regresar a la Residencia Lorail, así que le había pedido a Jikks, un estudiante dentro de la Residencia Lorail, que la llamara personalmente. 

Sin embargo, no esperaba mucho. 

Después de todo, era Aiyla, que siempre temblaba cuando me veía y que desconfiaba de mí. Solo hacía una oferta con la mentalidad de: "Si me rechazan, tendré que encontrar otra forma". 

—No, no es que no me gustes... es solo que... Ha habido muchos malentendidos... Lo entiendo, pero... 

Sin embargo, Aiyla, a quien no veía desde hacía mucho tiempo... Sorprendentemente, ella no estaba particularmente a la defensiva. Pensándolo bien, creo recordar que hablamos antes y que nos disculpamos. 

¿Hubo un cambio de corazón en ese entonces, o estaba sacando conclusiones precipitadas? Al final, Aiyla vino a la cafetería sin sospechas. 

—Entonces... ¿por qué me llamaste? 

—Quiero intentar tener un duelo con Taylor una vez. 

Estaba prediciendo que el poder de Taylor McLore sería mucho más débil de lo que debería ser. Sí, tenía que serlo.

Las grandes pruebas que Taylor estaba destinado a superar, la Subyugación de Lucy y la Subyugación de Krepin... Ambas habían desaparecido por completo. 

Además de eso, varios eventos menores también habían desaparecido. Así que, las Habilidades del Santo de la Espada de Taylor debían ser bastante bajas, sin ningún crecimiento adicional. 

—¿Con Taylor? Si es un duelo simple... ¿Por qué no le preguntas directamente a Taylor? ¿Por qué tienes que pasar por mí? 

—Si hago eso, no creo que me tome en serio. 

—¿Qué? 

Todavía quedaba mucho tiempo antes de la llegada de El Dragón de la Lanza Sagrada Wellbrock.

Sin embargo, eso no significaba que pudiera ser descuidado. 

Con solo una variable menor, cada batalla contra un jefe se había adelantado al menos un mes, o como máximo, medio año. 

Se sentía como si el ritmo se volviera más rápido que en la historia original a medida que pasaba el tiempo. 

Según la historia original, El Dragón de la Lanza Sagrada Wellbrock descendió el semestre en que la generación de los personajes principales se graduó. Sin embargo, no tenía sentido hacer suposiciones, ya que el mundo ya estaba lleno de todo tipo de variables. 

Si era posible, sería mejor comenzar a prepararse lo antes posible. 

—No sé si aceptará el duelo en primer lugar. 

—Mmm... Eso es c-cierto... Taylor no parece confiar en ti tanto todavía. Tienes una buena reputación y tus calificaciones han mejorado, pero todavía es difícil que Taylor confíe plenamente en ti. La primera vez que se conocieron no fue tan buena... y no se han reconciliado particularmente desde entonces. 

—Sí, así que planeo aprovechar eso. 

Aiyla se confundió con lo que decía, así que continué explicándoselo con calma. 

—Quiero que se enfurezca completamente conmigo mientras se lanza con todas sus fuerzas. 

Lo primero que tenía que hacer era verificar el estado actual de Taylor. 

¿Hasta dónde se habían desarrollado sus estadísticas? ¿Cuánto más necesitaba crecer para completar con éxito la Subyugación de Wellbrock? ¿Era la decisión correcta creer que Taylor se encargaría, o sería mejor buscar una opción diferente? 

Para juzgar esas cosas, necesitaba enfrentarme a Taylor mientras él se esforzaba al máximo. 

Taylor estaba entrando al segundo semestre de su segundo año. Dado que el potencial de crecimiento de Taylor era enorme, ya debería ser considerado un individuo fuerte dentro de su año escolar. 

Quería tener una oportunidad para verificar su crecimiento en detalle. 

No solo un duelo basado en las reglas escolares, sino una batalla en toda regla. Si iba a hacerlo... Al final, no tuve más remedio que provocar a Taylor. 

—Así que voy a secuestrarte, Aiyla. Es bastante clásico, pero una forma segura de hacerlo. 

—... ¿Qué? 

—Bueno... es un poco extraño decir esto, pero... 

cuando llegue el momento, ¿dejarás que te secuestre tranquilamente? 

—... ¿Hay alguien que dé permiso para que lo secuestren...? 

—Sería bueno si lo hubiera. 

Al final, tenía que conseguir que Aiyla me perdonara. El problema era que necesitaba darle una buena razón. 

—Bueno, ya sabes... Taylor es el tipo de persona que se vuelve más fuerte cuando es una prueba real. Deberías saberlo, Aiyla. 

Taylor McLore y las pruebas eran palabras que no podían separarse. De hecho, era una persona que representaba el mensaje central de El Espadachín Fracasado de Sylvania más que nadie. 

¿No era el juego solo la historia de la vida de Taylor? Alguien 

que soportó pruebas interminables y renació como un 

espadachín. 

Así que para Aiyla, que había visto a Taylor de cerca desde la infancia, lo entendería. 

—Para que Taylor siga creciendo más fuerte, al final necesita ser empujado al límite. 

—Independientemente de eso... No quiero hacer que Taylor se preocupe por mí. 

—Entonces no se puede evitar. Tendré que intentar otra forma. Aunque no estoy seguro de cuál será. 

Podría sonar como si lo estuviera amenazando un poco, pero no podía evitarlo. 

Desde mi posición, necesitaba verificar correctamente las estadísticas de Taylor. Si lo dejaba solo, no sabía qué pasaría. La Isla Acken podría ser volada por completo. 

—No, pero... ¿Por qué te importa tanto el crecimiento de Taylor...? ¿Incluso al punto de que estás dispuesto a ensuciarte las manos...?

—.... 

—Fue lo mismo que en el examen de ingreso... Hay tantas 

historias dando vueltas sobre lo honesto y trabajador que eres, ¿entonces por qué vas a tales extremos...? 

Eso era porque si Taylor no hacía su trabajo, todos moriríamos. 

Y si no creía que pudiera hacer su parte, entonces necesitaba idear rápidamente otro plan. 

Sin embargo, no podía decir todo eso honestamente para convencerla. Al final, no tuve más remedio que inventar una razón plausible que pudiera convencer a Aiyla. 

—Él y yo somos fundamentalmente parecidos. 

—¿Qué? 

—Mi vida también está llena de pruebas y tribulaciones. La vida en la Casa Rothtaylor... No fue fácil. Así que es difícil para mí solo mirarlo y dejarlo solo. 

¿Era esa razón demasiado débil? 

Sin embargo, cuanto más hablaba, más sospechoso se volvía. De esa manera, mi razonamiento sonaba claro y debería tener suficiente sentido. 

—Así que... ¿Por eso ayudaste a Taylor de esa manera, y luego lo alejaste de ti? ¿Incluso arruinando tu 

reputación? 

—¿No soy tu enemigo después de todo? 

—....

—Independientemente, fue difícil dejarlo solo. Eso es todo. No es algo tan grande. Mi razonamiento es mucho más simple de lo que pensarías. 

Después de decir eso, guardé silencio. 

Aiyla me miró durante mucho tiempo. Continuó mirándome directamente sin moverse ni un centímetro. Una calle donde pasaba mucha gente. Nos sentamos juntos en silencio por un rato en las mesas de la terraza, donde podíamos escuchar el ruido de los transeúntes. 

Aiyla finalmente rompió el silencio. 

—...Ed. Mirando atrás, no creo que me haya disculpado adecuadamente por el malentendido que tuve sobre ti. 

—...Lo siento mucho por el trato severo que te di en el pasado. Nuestros juicios fueron... muy limitados... 

Debido a su reacción inesperada, intenté contener la mía. Me senté allí sin mostrarle que estaba avergonzado. 

—Ah, no hay necesidad de decir todo eso ahora. 

—No. Creo que te juzgamos demasiado rápido. Sé que ya me disculpé contigo antes, pero... Realmente quería disculparme adecuadamente contigo cuando tuviera la oportunidad. 

—Bueno, si realmente lo quieres, lo entendí. 

Diciendo eso, Aiyla me miró en silencio y habló. 

—Si me necesitas, cooperaré contigo. 

—Entonces, eso significa... 

—En realidad, soy bastante buena siendo secuestrada. 

Aiyla, que era una chica pasiva y estudiosa, parecía muy alejada de hacer cualquier cosa relacionada con el combate. 

Más bien, era como una princesa esperando a un héroe. Una chica encerrada en la cima de un castillo, esperando ser rescatada. Eso parecía más apropiado. 

Sin embargo... 

—En realidad, mi especialidad es ser secuestrada... Aunque es vergonzoso decirlo... 

¿Realmente estaba bien...? 

De repente, comencé a tener dudas... 

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—Planeo aprobar la última versión de la lista de precios hoy más tarde. La revisaré rápidamente y la publicaré. 

Lortelle, que volvió a trabajar en la sucursal de Sylvania de la Compañía Comercial Elte después de mucho tiempo, echó un vistazo al trabajo que se había acumulado en su 

oficina personal. Estaba tan ocupada en Oldec que apenas prestó atención a Sylvania. A medida que pasaba el tiempo... La oficina de Lortelle se llenó lentamente con todo tipo de documentos que necesitaban ser revisados. 

Incluso después de regresar a Sylvania, no podía escapar de su trabajo.

Con eso en mente, Lortelle respiró profundamente mientras 

se arremangaba. Primero, tenía que revisar todas las cosas 

que sucedieron mientras estaba ausente, así como los libros. 

Mientras lo hacía, recordó lo que Belle le había dicho. Fue 

entonces cuando le dio una orden a Durin. 

Le pidió que trajera la lista de precios más actualizada para 

ingredientes. 

Sin embargo, Durin solo le dijo que la lista de precios aún no se había actualizado. 

—Sin embargo, aunque esperaba un aumento en la inflación, no sabía que sería tanto. Tendré que comprobarlo yo misma 

mañana. ¿Quedan documentos de la entrega? 

—Se ocupó ayer y hoy, así que probablemente aún estén allí. 

Según Belle, la lista de precios más reciente para ingredientes fue decidida por Durin.

Y, sin embargo, informó que la lista de precios aún no se había actualizado.

En ese momento, Lortelle tuvo una sensación extraña. 

Mirando a Durin... Lortelle endureció su expresión. 

—Durin. 

—Sí, Jefa Adjunta. 

Lortelle habló usando tanto honoríficos como un tono informal hacia sus empleados. La forma en que hablaba, que cambiaba libremente según lo que necesitaba, era un medio para establecer el ambiente con sus empleados. 

—Trae la lista de precios actualizada. 

Acababa de mencionar que la lista de precios no se había actualizado todavía. Sin embargo, Lortelle le ordenó que hiciera lo mismo nuevamente. 

Durin se quedó quieto un rato. De pie erguido frente a su 

escritorio... reflexionó sobre las instrucciones de Lortelle. 

Lortelle sabía que Durin no era un empleado honesto. 

Sabía que a menudo usaba lagunas en el libro mayor para llevar a cabo pequeños robos, pero ella hacía la vista gorda. 

El propio Durin lo sabía hasta cierto punto. Sin embargo, lo que Lortelle consideraba un problema era asegurarse de que "lo hiciera con moderación". 

Sin embargo, si cruzaba esa línea, sentía que necesitaría disciplinarlo. 

En cualquier caso, si planteara el problema formalmente, Durin terminaría en problemas. Dado que la dinámica entre ellos era así, Durin siempre estaba en una posición en la que tenía que ceder ante ella. 

Si Durin realmente había cambiado la lista de precios para desviar el dinero excedente, entonces había excedido con creces la "moderación". 

Sin embargo, sí sintió que algo era extraño. 

Incluso si Lortelle había estado descuidando la sucursal de Sylvania para concentrarse en la situación en Oldec recientemente, Durin no era una persona que se atrevería 

a desviar tanto. 

Como máximo, recolectaba licores extranjeros caros con una cantidad relativamente pequeña de dinero... Era solo un empleado regular que robaba un poco de dinero. 

En el mundo de los comerciantes de sangre fría, ese nivel de corrupción francamente ni siquiera se consideraba corrupto. 

Para Lortelle, que había visto todo tipo de acciones despiadadas antes, no debería haber sido un gran problema. 

Sin embargo... su comportamiento claramente cruzó la línea... Sintió como si hubiera algún tipo de variable externa en juego. 

¿No fue el propio juicio de Durin, sino más bien porque alguien lo alentó? ¿O realmente tuvo un cambio de corazón por alguna razón?

En cualquier caso, era un problema que no podía ignorarse. 

Lortelle miró fijamente a Durin con una expresión fría en su rostro. 

Sin embargo, Durin continuó enfrentando a Lortelle sin moverse. 

Ni siquiera pensó en traer rápidamente la lista de precios ajustada o pedir perdón. 

Como mínimo, ¿no debería estar pensando en dar algún tipo 

de excusa? 

Sin embargo, Durin continuó mirando a Lortelle, lo que le puso la piel de gallina por alguna razón. 

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—C-Compañía Elte, secretaria de la Jefa Adjunta L-Lortelle, mi nombre es Lien Clemson... 

Mientras hablaba con Aiyla durante un tiempo, una mujer delgada con cabello rojo y estatura baja se acercó a la mesa donde estábamos sentados. 

—Ell... ¿Eh...? ¿La Compañía Comercial Elte? 

Aiyla se sorprendió por un momento, ya que no esperaba que la chica viniera a hablarnos. 

Sin embargo, la secretaria Lien no se preocupó por su reacción. Me miró directamente y habló. 

—T-Tú eres E-Ed Rothtaylor, ¿correcto...? 

—Así es. 

Dejando la pila de papeles que sostenía en sus brazos, la secretaria Lien habló lentamente. 

—Vine aquí porque la Compañía Elte tiene algo que ofrecerte... 

Para mí, fue completamente repentino. 

Se sintió como si una situación importante o un cambio estuviera por suceder.