—Mío.
El mundo zumba en mis oídos, y el tiempo parece ralentizarse.
El Alfa está de pie ahora, con las venas sobresaliendo de su cuello mientras le grita al Rey Licántropo. Ellie está tirando del brazo de Rafe, pero él no la está mirando. Me está mirando a mí, con sus ojos azules oscuros y enfadados, como si de alguna manera hubiera hecho algo malo.
Mis muñecas y piernas duelen donde la cuerda aún se clava en mi piel; no hay duda de que soy la cautiva del rey, no algo que él considere precioso. Y sin embargo, ahí está mi cerebro, perdido y tartamudeando por sus palabras.
Déjame ver quién se atreve a tocar lo que es mío.
¿Yo? ¿Suya?
Mis ojos vuelven al Rey Licántropo, la fuente de este lío. Su espalda está hacia mí mientras confronta a mi manada.