Capitulo:13 infección

Todos nos levantamos al escuchar los gritos del guerrero en la colina. La tierra vibraba. Algo —muchas cosas— se movían entre la maleza. Como una ola viva que se acercaba. No eran simples pasos… eran como raíces creciendo, rompiendo la tierra con desesperación.

Entonces los vimos.

Decenas —no, cientos— de animales infectados emergieron del bosque. Conejos, ciervos, zorros, aves… todos deformes, con rostros humanos, ojos vacíos, y flores rojas brotando como tumores de sus cabezas y espaldas. Algunos emitían chillidos como llantos de bebé, otros rugidos huecos que parecían venir desde el fondo de la tierra.

—¡¡A las barricadas!! —gritó el guerrero.

La tribu ya estaba preparada. Lanzas hechas de madera sagrada, trampas de fuego, y líneas de sal extraídas de antiguos rituales. Yo tomé una de las lanzas, aunque mis manos temblaban. Elena y Marcus estaban lejos… pero ahora entendía por qué el chaman decía que esto no era solo ciencia. Era algo más. Algo ancestral.

La batalla duró toda la noche. El suelo quedó empapado de savia negra y sangre. Las criaturas no parecían morir como los seres normales. Algunas se retorcían durante minutos antes de detenerse. Otras simplemente explotaban, dejando tras de sí un polen oscuro que infectadas a los guerreros de la tribu.

No dormimos. Nadie. El fuego de las piras funerarias ardía en la madrugada cuando me senté, agotado, con la mirada perdida hacia el límite del bosque. Fue entonces que uno de los niños de la tribu se me acercó y me pregunto a donde estaba mama, lo tome de la mano.

Y le dije que mamá y papá lo protegieron asta el final y que ellos estaban cenando con los dioses.

Al día siguiente fui a un pueblo cercano atraer una carta que segun un pueblerino me había llegado.

Era de Elena y Marcus.

La abrí con manos manchadas de sangre seca y tierra. El texto, escrito apresuradamente, decía:

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“Jhon,

El laboratorio en Estados Unidos ha descifrado parte del código genético de las esporas. No son simplemente mutaciones vegetales. Están ‘reescribiendo’ la naturaleza con algo más… con patrones extraños como si cada espora tuviera conciencia propia.

Aquí viene lo más inquietante: en los archivos secretos del laboratorio, hallamos una referencia perdida sobre un pueblo escocés llamado Crail. El mismo que ayamos el el laboratorio segun este archivo hace 70 años desapareció por completo. El último mensaje enviado desde allí mencionaba ‘flores extrañas’ y ‘animales extraños que poseian piel y cabezas humanas’.

Pero no termina ahí.

Una muestra del ADN comparado con el que obtuvimos en Honduras… es idéntica en un 94%. Lo que sea que está pasando, Jhon, ya se ha esparcido. No sabemos cómo… ni por qué.

Pero alguien… o algo… lo está guiando.”

—Elena y Marcus

Cuando terminé de leer, las palabras “animales con piel y cabeza humana” aún zumbaban en mi mente. Me giré hacia el chaman, que estaba limpiando su lanza con un trapo rojo.

—El pueblo... lo sabe —le dije.

El chaman me miró, como si esa verdad ya la supiera desde hace generaciones.

—Tú mirar atrás. Ya no hay regreso, Jhon. Si el abismo te mirar… abismo elegir....