Capitulo:25

Nos encontrábamos ya en el aeropuerto de la capital. La noche caía con un extraño silencio, como si el mundo se hubiese tomado una pausa para observarnos partir. La pista estaba despejada, y en el extremo opuesto, un avión con emblemas diplomáticos del Reino Unido nos esperaba.

Elena se ajustó la chaqueta, aún procesando todo lo que habíamos vivido en las últimas 48 horas. Marcus, por su parte, parecía sumido en cálculos mentales, como si intentara organizar todas las piezas de este rompecabezas. Yo solo miraba el horizonte... no por nostalgia, sino por temor a lo que íbamos a encontrar.

Nos abordó un funcionario del gobierno británico.

—¿Jhon? ¿Marcus? ¿Elena? Les estábamos esperando. Por aquí, por favor.

Abordamos el avión y apenas despegamos, un asistente nos entregó un sobre cerrado con el sello del Primer Ministro. Al abrirlo, había un informe clasificado:

> “Lo que ustedes han llamado pueblos infectados o revertidos... no son un fenómeno aislado. Hemos encontrado grabados antiguos en la isla de Skye, Escocia, que describen eventos similares ocurridos hace más de 1300 años. Pero hay más: hay registros de una figura... un extranjero que llegó durante aquellos eventos. Y en los textos, se lo nombra como el que vio la luz antes del tiempo.”

Nos miramos en silencio. Aquello nos dejó helados.

—¿Creen que Joseph podría haber sido ese extranjero? —susurró Elena.

Marcus negó con la cabeza.

—No. Joseph parecía tan confundido como nosotros... Pero ¿y si hay más como él?

En ese instante, el comandante del avión nos informó:

—Aterrizaremos en Heathrow en ocho horas. El Primer Ministro quiere verlos de inmediato. Y otra cosa… —hubo una pausa—. El satélite Sentinel-9 detectó una nueva anomalía, esta vez en el centro del océano Atlántico. No hay islas ahí. Pero ahora... hay algo.

Elena palideció.

—Un pueblo... ¿en medio del mar?

Yo cerré el sobre lentamente.

—O algo que quiere que pensemos que es un pueblo.

El vuelo continuó en silencio. Afuera, las nubes se tornaban más oscuras. Y en algún rincón del mundo…ese extraño ser esperaba paciente. Quizá lovecraf no estaba loco después de todo...