Capitulo 26: entes fuera del tiempo lineal.

El primer misterio del viaje nos llevó hasta una de las figuras más inesperadas del conflicto: el presidente Frédéric, del Reino Unido. Al aterrizar, nos recibió personalmente, sin pompa ni seguridad excesiva, como si lo que estaba a punto de revelarnos no pudiera confiarse ni siquiera a su propio gabinete.

—Nos miro y dijo. Antes de hablar de lo importante, por favor cenen conmigo. Lo necesitarán —dijo con voz suave, pero cargada de preocupación.

Durante la cena, conversamos sobre nuestras investigaciones, nuestras experiencias en el Rosario y lo que Joseph había dicho sobre el año 716 d.C. El presidente apenas hablaba, limitándose a escuchar con los ojos entrecerrados y el rostro pálido. Cuando terminamos el postre, se puso de pie sin previo aviso.

— bueno es hora por favor. Síganme.

Nos condujo en un convoy hacia el este del país, hasta la pequeña y enigmática isla de Holy Island (Lindisfarne). Una bruma espesa nos recibió al llegar, y solo las luces del campamento militar cercano rompían la oscuridad como faros flotantes.

Frédéric nos llevó a un monasterio histórico cercado por soldados. Dentro, nos esperaba un salón con vitrinas selladas y documentos milenarios. En el centro de la habitación, una mesa contenía un mapa del mundo fechado en 1801, atribuido a John Constable, conocido por sus paisajes bucólicos… pero jamás por mapas.

El mapa estaba en perfecto estado. Sin embargo, alguien —o algo— había hecho marcas con tinta negra en puntos específicos:

Escocia

Corea

China

Guatemala

Honduras

Y frente a nuestros ojos, como si alguien lo estuviera marcando en ese instante, un nuevo punto empezó a formarse… justo en medio del océano Atlántico.

—Esto no puede ser una coincidencia —murmuró Marcus.

—¿Creen que Constable sabía algo? —preguntó Elena con preocupación.

—No solo lo creo… lo aseguran los escritos encontrados junto a este mapa —intervino Frédéric, mientras sacaba un cuaderno antiguo—. Según este diario, Constable tuvo sueños recurrentes sobre pueblos transformados en alguna clases de capullos y criaturas imposibles, agua con vestigios del caos. Criaturas amorfas. y formas triangulares que emergían de los pozos.

Ese último detalle me hizo tragar saliva. Recordé al instante la fuente del Rosario, el pozo donde los animales se congregaban antes de transformarse… y por supuesto, aquel ser que arrastró a Antok, de vuelta al pueblo como si fuera suyo.

—Hay algo que no he compartido con nadie aún —dije en voz baja—. No sé si era un monstruo, o algo cósmico… pero lo que se llevó a Antok no parecía de este mundo. Tenía una forma extraña solo vi ese tentaculo pero estaba seguro de que esa cosa amorfa no es de este mundo,pude sentir su energía oscura, casi como hecha de carne densa. ¿Y si estas cosas… están conectadas al agua? ¿Y si las fuentes, los pozos y hasta el océano... son su camino?

El presidente Frédéric nos miró en silencio.

—Esa es exactamente la hipótesis que nuestros científicos están comenzando a temer. Y si eso es cierto… el Atlántico no solo es un nuevo punto.

Es la puerta más grande. En ese momento recordé la teoría de la doctora Ayaka Nishikawa

 La doctora sugirió anteriormente que las gemas de reversión no sólo "revierten" la infección, sino que en realidad modifican la estructura temporal y física del espacio donde actúan.

Su hipótesis principal fue que la gran gema que apareció cerca del pueblo no curó a los infectados… sino que reseteó completamente la realidad del pueblo, devolviéndolo a un estado alterno —como si se tratara de una réplica o una simulación restaurada desde un punto de memoria muy antiguo—.

Lo más inquietante fue que la doctora descubrió que la ropa de los habitantes era de épocas pasadas, y que los relojes se habían detenido, como si algo estuviera manteniéndolos artificialmente “congelados” dentro de una especie de burbuja temporal.

Además, insinuó que las gemas no son humanas en origen, sino posiblemente dispositivos de entidades que operan fuera del tiempo lineal, criaturas que no perciben el universo como nosotros, y que podrían estar experimentando con el tejido mismo de nuestra realidad. Quizá esas cosas son dioses antiguos fuera del bien y del mal. Pero algo es seguro mientras aya conciencia humana no nos rendiremos tan fácilmente....