Capitulo:29 el primer país en caer.

Mientras esa cosa se movía bajo el océano, los sensores sísmicos de todo el planeta comenzaron a registrar temblores leves pero constantes. No eran naturales. No tenían epicentro. Era como si la Tierra estuviera reaccionando… como si algo en su interior se estuviera estirando después de siglos dormido.

No sólo en Inglaterra. También en Noruega. En Siberia. En las islas de Japón. Científicos en todo el mundo alertaban sobre extraños seres que habían aparecido parecían de aspecto humanoide vestidos de forma elegante.

De pronto, algo me golpeó en la mente como un martillo: el mapa. El que vimos en aquel monasterio de Holy Island. Aquel viejo lienzo de John Constable donde se marcaban puntos con tinta negra. Había uno justo en Guatemala.

Pero… ¿qué había ahí?

—¿Recuerdan que ningún representante de Guatemala se presentó al Consejo Silente? —pregunté a los demás.

Marcus frunció el ceño. Elena palideció.

—No ha habido contacto alguno con su gobierno desde hace cinco días —respondió Frédéric—. Al principio se pensó que era un problema de comunicación. Pero después los intentos por satélite fueron ignorados. Como si sus transmisores estuvieran... apagados.

Tomé una tableta y comencé a buscar información. No había noticias nuevas provenientes del país. Ningún reporte civil. Ninguna imagen satelital reciente. Como si una neblina digital envolviera el territorio.

Finalmente, una sola señal emergió desde los servidores ocultos del Consejo. Un informe marcado como Nivel 0 - Prioridad Cósmica.

Lo abrí.

Era una grabación. De baja calidad. Filmada desde un helicóptero militar.

La imagen temblaba. Se oía el motor. Y luego, un grito.

La cámara apuntó hacia una antigua estructura en medio de la selva. No era una pirámide maya. Era algo más… antiguo, más primitivo y al mismo tiempo imposible de datar. Las paredes estaban cubiertas de formas triangulares invertidas y símbolos parecidos a los que habíamos visto en los pozos del Rosario. Pero esta vez… no estaban inactivos. Brillaban. Pulsaban con un tono verdoso enfermizo.

Luego, un estruendo. El helicóptero comenzó a girar

Desde el follaje, algo salió.

No vimos su forma.

Solo sus efectos.

Los árboles colapsaron como si fueran de papel. Las ondas de sonido vibraron con una frecuencia que la cámara no captó del todo, pero parecían retorcerse del dolor los oídos. El helicóptero se estrelló. La imagen cortó.

Silencio.

—¿Y ese lugar… cómo se llama? —preguntó Elena en voz baja.

Frédéric respondió. No más bien vean esa escrituras en la pirámide.

—uj kab'an aj k'a'al",. En lengua ancestral: que significaba, algo como. El que duerme en la eternidad.

Solo pensé en una cosa. Desde cuando esto se transformó de una infección a estar relacionado con seres cósmico extraños que nunca habíamos oído hablar..

De algo estaba seguro.

Algo estaba usando la Tierra como un tablero de invocación.

Y Guatemala… había sido la primera nación en caer y no sería la última. Quizá nosotros somos insignificantes antes tales seres...