Se conocieron por casualidad.
Se enamoraron sin querer.
Y construyeron un mundo solo para ellos.
Jihwan y Young-ho compartieron risas, promesas y caricias en secreto.
Se amaron en el silencio, entre notas de piano y madrugadas de confesiones.
Fueron refugio. Fueron hogar.
Pero a veces, incluso el amor más puro se quiebra...
Y decir adiós, duele más que no haber amado nunca.
Una historia sobre el primer amor, la belleza de lo efímero y el valor de seguir adelante cuando el corazón se rompe.