Capítulo 277 - La Caída del Espíritu Traicionero

Mi sentido divino se precipitó a través del espacio vacío, arrastrado por una fuerza inexorable hacia la antigua estatua de piedra. La sensación era desorientadora, como ser arrancado de mi cuerpo por una mano invisible.

Cuando mi conciencia se asentó, me encontré frente a una figura espectral que emanaba de la piedra. El Ancestro del Valle del Demonio de Tierra.

Aparecía como un anciano con una larga barba, su forma translúcida parpadeaba con inestabilidad. A pesar de su imponente reputación, se veía inesperadamente frágil.

—Por fin has llegado —dijo el Ancestro, su voz áspera pero autoritaria—. He esperado siglos por alguien lo suficientemente fuerte para recibir mi llamado.

Mantuve mi expresión neutral, ocultando mi cautela. —¿Por qué me has llamado aquí?

Los ojos del Ancestro brillaron con esperanza desesperada. —Dime, joven, ¿qué ha sido del Valle del Demonio de Tierra? ¿Mis descendientes? ¿El sello que me ata?