Capítulo 154: Testigos oculares

Se movió hacia Zhang Cuihua con intención maliciosa, preparándose para satisfacer sus deseos de la manera más brutal.

Zhang Cuihua retrocedió hacia la cama, sintiendo una ola de miedo surgir desde lo más profundo de su corazón, sus ojos revelando impotencia y súplica.

Abrió la boca para pedir ayuda, pero ningún sonido salió de su garganta. Sabía que en ese momento, necesitaba la ayuda de otros, alguien que la salvara.

Los ojos de Zhang Cuihua se agrandaron, lágrimas y rabia entrelazándose en su rostro.

Zhang Baishun seguía maldiciendo en voz baja. Le gritó a Zhang Cuihua con la cara llena de rabia:

—¡Puta, cómo te atreves a resistirte! ¿Quién te crees que eres? ¡Soy tu suegro, debes obedecerme!

La ira y la represión en el corazón de Zhang Cuihua finalmente estallaron, sacó unas tijeras de debajo de la almohada y las agarró con fuerza en su mano.

En ese momento, sus ojos brillaron con una luz resuelta.

Respondió con decisión: