Capítulo 18 "Hielo y Silencio "

Contado por Agust

No siempre fui así.

Antes de que las miradas me pesaran, antes de que los aplausos me sonaran vacíos, antes de que todos esperaran que fuera perfecto… yo solo era un niño. Uno que corría por los pasillos de mármol del palacio, buscando una mano que nunca encontraba. Una voz que había dejado de sonar.

Mi madre.

Me dijeron que se fue porque tenía un deber más alto. Que su lugar no estaba conmigo… sino con el Congreso de Magia. Que su trabajo era proteger la estructura del mundo. Pero, ¿y yo? ¿Quién protegía mi mundo?

Mi padre no hablaba de ella. Los sirvientes se callaban cuando entraba a una habitación. Yo aprendí a callar también. Aprendí que mostrar debilidad era un lujo que los príncipes no podían permitirse.

Cuando mi magia despertó, fue como hielo. Fría, perfecta, letal. Todos dijeron que era un prodigio, una bendición de los dioses. Pero para mí… solo era un reflejo. El hielo no abriga. El hielo no consuela. El hielo solo congela.

Y así me volví lo que soy.

Arrogante, dicen. Frío. Imposible de tratar. No entienden que es mi escudo. Porque si bajo la guardia, si dejo que entre algo cálido… temo quebrarme.

Pero no me olvido.

Del rostro de mi madre al marcharse sin mirar atrás.

Del juramento que hice frente al espejo, con los ojos llorosos y el puño cerrado:

"Seré el mago más fuerte. No para proteger el mundo que ella eligió… sino para destruirlo."

Destruir al Congreso.

Y con él, todo lo que me arrebató.