Capítulo 26: El elfo del suelo firme

El aula estaba más alborotada de lo normal. Ese día, el profesor Trébol anunció que un nuevo integrante se uniría al grupo 4.

—Silencio, todos —ordenó, con su voz seria pero calmada—. Hoy se integrará a nuestro grupo un alumno de intercambio muy especial. Proviene de uno de los clanes élficos más respetados del continente verde.

La puerta se abrió lentamente, y una figura elegante entró. Tenía el cabello blanco como la nieve, ojos verdes como la esmeralda y una expresión serena. Su porte desprendía un aura natural y firme.

—Me llamo Tony —dijo con una voz suave y segura—. Controlaré la tierra, así como ella sostiene el mundo.

Liana sintió una sacudida interna al oírlo. Había algo en Tony que la desconcertaba. ¿Su magia? ¿Su forma de hablar? ¿Sus raíces élficas? Tal vez... todo.

Mientras tanto, Ares lo observaba con cierta curiosidad. Agust, por su parte, fruncía el ceño, como si le disgustara que alguien más llamara la atención tan fácilmente. Y Dana... solo sonrió con elegancia, como si ya hubiera evaluado al chico por completo.

—A partir de hoy, serás parte del grupo 4. Espero que puedas estar a la altura —dijo Trébol con tono desafiante.

Tony asintió, sin alterarse. Solo alzó una mano y de la nada brotó un brote de roca cubierto de musgo que floreció en segundos.

—La tierra nunca decepciona.