Capítulo 32: Oculto

Lily se apresuró a entrar en la habitación oscura, con el corazón latiendo fuertemente. El arañazo en su brazo ardía con cada paso. Cerró la puerta tras ella y se apoyó contra ella, tratando de estabilizar su respiración.

Sin pensarlo, alcanzó el borde de su vestido y arrancó una tira. Sus manos temblaban mientras la envolvía firmemente alrededor de la herida. No era profunda, pero estaba en carne viva y dolía mucho.

No escuchó a Martha hasta que la puerta crujió al abrirse.

—¿Lily? —la voz de Martha estaba llena de preocupación mientras entraba. Sus ojos se posaron en la tela manchada de sangre—. ¿Qué pasó?

Lily se estremeció y se dio la vuelta, tratando de ocultar la herida.

—¡Estás herida! —exclamó Martha, acercándose—. Dime quién te hizo esto.

Lily negó con la cabeza y pasó junto a ella hacia el colchón en la esquina. Sabía que no podía contarle a Martha sobre su encuentro con Zayne. ¿Cómo podría explicarlo?

—Déjame verla —suplicó Martha.