El olor metálico lo golpeó como un puñetazo en la cara.
Las pupilas de Zayn se dilataron, su respiración aún más entrecortada que antes. Su garganta se tensó mientras el aroma se enroscaba en sus pulmones y se asentaba allí, espeso y pesado.
La sangre de Lily.
El olor golpeó a Zayn con fuerza.
Su lobo se agitó instantáneamente, gruñendo bajo en el fondo de su mente.
[Nuestra. Tómala. Solo una probada. Ella ni siquiera lo notará.]
La respiración de Zayn se entrecortó. Sus labios se separaron. Sin pensar, su lengua rozó su labio inferior.
Ella estaba justo debajo de él, temblando, sangrando. Una delgada línea roja corría por su brazo hasta la tierra.
Tan cerca...
Su cuerpo se inclinó hacia adelante por sí solo. Una mano apoyada junto a su cabeza, la otra flotaba justo encima de la herida.
El lobo empujó con más fuerza.
[Es tuya. La necesitas. Solo una lamida.]
Zayn apretó la mandíbula.
Quería hacerlo.
Dios, quería hacerlo.