—Draven.
Nunca pensé que llegaría un día en que esta mujer me suplicaría que la tocara, o incluso fuera más allá para sugerir que me apareara con ella.
No debería sorprenderme ya que su confesión era lo que yo buscaba.
Sabía que ella lo quería... quería que me acostara con ella, pero tenía que sacárselo directamente de su boca por lo de mañana.
Meredith era salvaje e indómita. No necesitaba que me acusara de cruzar límites con ella en su momento más vulnerable.
Podría alegar que estaba delirando y que no quería que hiciera nada con ella, así que por supuesto, tenía que asegurar evidencia, prueba de que ella me pidió que la ayudara.
Pero esto cambia todo ahora.
Mis planes. Metas. Visiones.
Todo lo que había planeado con Meredith tendría que ser alterado ahora.
No confiaba en que mis emociones no se interpusieran, especialmente con Rhovan gruñendo en el fondo de mi cabeza, empujándome a comenzar con el apareamiento de una vez.