(POV de Leo, Enfermería del Ala C)
Leo se agitó, sus sentidos lentamente volviendo a enfocarse.
Todo dolía.
Sus extremidades se sentían como pesos muertos, sus músculos gritaban en protesta con el más mínimo movimiento, y su cabeza palpitaba con un dolor sordo y punzante.
Era como despertar de la peor paliza de su vida—excepto que no podía recordar cuándo había recibido un golpe.
*Jadeo*
Una respiración profunda envió una presión aguda e incómoda a través de su pecho. No dolor, sino tensión, como si sus pulmones todavía se estuvieran adaptando a funcionar correctamente de nuevo.
«¿Qué demonios pasó...?», se preguntó, mientras su último recuerdo era de correr en la pista—sus piernas ardiendo, su respiración haciéndose más corta, y el mundo oscureciéndose lentamente con cada vuelta.
Oscuridad. Eso era todo lo que recordaba. Se había deslizado por los bordes de su visión, extendiéndose con cada paso hasta
¿Hasta qué?