Atrápame Si Puedes

(Academia Militar de Rodova – Sala de Exámenes, Comienza el Examen de Mitad de Período)

En el momento en que David pronunció esas temidas palabras —¿Comenzamos?—, una tensión asfixiante se asentó sobre la sala de exámenes como una espesa niebla.

Los estudiantes se encorvaron sobre sus escritorios, agarrando sus bolígrafos con intensidad hasta tener los nudillos blancos, como si se prepararan para la batalla.

El crujido de los papeles de examen siendo distribuidos era el único sonido que rompía el silencio opresivo, seguido por el lento y vacilante pasar de páginas y los agudos rasguños de los bolígrafos intentando desesperadamente conquistar lo imposible.

Entonces se escucharon los primeros gemidos de desesperación. Sonidos suaves, apenas contenidos, de estudiantes que habían volteado a la primera página y ya sabían que estaban condenados.

Y fue en ese momento cuando Leo finalmente recibió su hoja de examen y la volteó.