Planeta Bumi: Un dios...
–“¡Oh Dios! ¡Ten piedad de nosotros! ¡Por favor, Dios! ¡Piedad!”
Los gritos de desesperación se hacían cada vez más fuertes en la Plaza de la Luna. Desde lo alto del templo, Saori observaba todo el caos con frialdad.
A su lad, un joven de piel azulada con tatuajes blancos, manchados de sangre, se retorció en el suelo de mármol.
Desconocido: -¡Agh, mierdaaaa!”- grito al intentar moverse.
La herida en su costado izquierdo era profunda y la sangre que había perdido era demasiada. Alzo la mirado hacia Saori y chasqueó la lengua con rabia.
Saori: –“Parece que tu dios no quiere recibir tu alma,” dijo Saori, sin quitarle la vista de encima.
Desconocido: –“Oh, tal vez quiera que me lleve tu cabeza conmigo... ¡agh!”
Intentó levantarse sin éxito bajo la mirada escarlata de Saori, quien, sin expresar emoción, se acercó y se agachó para examinar los tatuajes del chico. Eran cicatrices gruesas y blancas que representaban su fe en el ser inmaculado al que adoraban. Saori rió suavemente, provocando la ira de su adversario, que se había rendido en su intento de levantarse.
Desconocido: –“¿Por qué te ríes?”
Saori: –“Disculpa… - hizo una pausa, su mirada perdida entre el tumulto- Es que ponen sus vidas en manos de seres a los que ni siquiera les importan,”
El chico la miró con más confusión, tratando de encontrar sentido en sus palabras. –“Parecen un rebaño de
Desconocido: –“¡¿Qué mierda vas a saber tú?!”-siseó, enojado. –“¿Acaso los conoces? ¿Conoces sus intenciones? Estamos aquí gracias a ellos, comemos por la tierra fértil que nos dieron ¡Tú qué vas a saber!”
Saori: -“Escucha,” lo interrumpió Saori, dejando que los gritos de miedo y desespero de los ciudadanos llenaran el silencio. – “Llevan días suplicando a su dios que los ayude. Ahora dime,” se puso de pie y extendió los brazos al cielo, –“¡Dónde estás, Dios? ¡¿Por qué no acudes a las súplicas de tu rebaño?!”
Volvió a mirar al chico, sus ojos escarlatas reflejando una mezcla de burla y lastima.
Saori–“Te diré por qué no viene. Ni tu dios ni el de ellos… Porque son unos cobardes. Prefieren esconderse en un rincón del universo antes de ensuciarse las manos por ustedes.”
Desconocido–“¡Puras mentiras!” “¡Qué vas a saber tú, hereje!”- grito, con lagrimas en los ojos
Saori: –“Mmm… Sé más que tus viejos sabios,”
Saori se inclino, sus palabras eran cuchillas.
Saori – “¿Sabes quién les dio un hogar con tierra fértil o quién destruyó sus cosechas? Ustedes. No fueron los dioses a los que rezan. ¿Quieres saber lo que los dioses han hecho por ustedes? Quisieron aniquilarlos cuando se aburrieron de ustedes, cuando dejaron de ser su entretenimiento.”
Saori miró de nuevo a la multitud en caos y sonrió con tristeza.
Saori–“Fuimos los únicos que quedamos para ayudarlos y, aun así, nos echan como si fuéramos la peste. Cambian oro por lodo.”
Desconocido: –“Aun así… agh… aun así dijiste que los dioses existen. Algún día vendrán por nosotros y ni siquiera ustedes estarán a salvo… agh,”
El joven de piel azulada jadeó, clavando su mirada en Saori con dolor y determinación.
Saori lo miró con molestia.
Saori:– “Esos seres a los que llamas dioses son un chiste. ¿Quieres saber cómo lo sé?”
Sacó una gema de su bolsillo, y el chico la miró con puro terror, como si la misma muerte estuviera frente a él.
Saori: –“Porque yo soy su verdugo.”
El cielo oscuro se tiñó en un verde esmeralda. Los gritos aumentaron. Ancianos, mujeres, hombres, niños y recién nacidos lloraban...esperando el final.
K : –“¡Saori! ¿Dónde demonios estabas?”
Gritó desde las escaleras un joven de ojos verdes fosforescentes, sosteniendo dos espadas negras. Miró al joven de piel azul en el piso.
K: – “Oh, joder, Saori, el plan era no matar a nadie… Padre nos va a regañar.” Se acercó al joven para revisarlo. –“Además, debías estar ayudando a poner los pilares para el portal.”
Saori–“Pero lo hice… ups, estaba un poco inclinado. Ya lo arreglo,”
Coloco una roca puntiaguda dentro de un círculo lleno de símbolos. K rodó los ojos mientras revisaba la herida del chico, que ahora estaba medio despierto.
K: –“Debía ser antes de que llegara,” K miro a Saori, molesto. Termino de aplicar una espuma rosada en la herida del joven que rápidamente ayudo a controlar la hemorragia y el dolor.
K: –“Ya hablamos de esto, Saori. La gente no tiene por qué saber la verdad, o de lo contrario, lo que construyeron no tendría sentido.”
Saori:–“¿Quieres que vivan en una mentira? K, sabes muy bien que deben conocer la verdad. Es ridículo que sigan alabando a… no me mires así,”
Saori se quejó mientras K cargaba al joven, que ahora estaba inconsciente pero estable gracias al medicamento.
K: –“No somos nadie para negarles su fe, Saori. Solo estamos a cargo de una cosa, y eso es…”
Saori–“El equilibrio y bienestar de las masas, bla, bla, bla,” suspiró
Al terminar de colocar el pilar correctamente, una luz cubrió a cada ser, desintegrándolos poco a poco.
Saori: –“Son puras mierdas, K.”
K suspiró con enojo. – “No tardes. Te estaremos esperando en Terra. Y por favor ... no hagas tanto desorden.”