Eres la mejor opción

Todo comenzó cuando Triex, uno de los que querían entrar al domo por la fuerza, y controlador del fuego, manipuló sus llamas. Adoptó una pose, formando un círculo con sus manos, y las llamas se elevaron, envolviéndolo en un domo ardiente. Con un rápido giro de muñeca, apuntó directamente a Jean. El fuego se disparó hacia donde sus dedos indicaban, desatando una ráfaga ardiente. Jean, sin embargo, logró esquivarla gracias a los rápidos reflejos que le otorgaba su espada Draswon.

Sol apareció volando cerca de Jean y exclamó: "¡Les damos tiempo para que se vayan!". En ese instante, un campo morado se manifestó, y Triex gritó con desprecio: "¡Váyanse a la verga, nunca aceptaremos esta basura!". El campo se expandió de golpe, volviendo lentos a todos los presentes. Jean y Sol quedaron atrapados, sus movimientos se volvieron torpes, casi paralizados.

Triex aprovechó esta oportunidad, lanzando su fuego directamente contra ellos con la intención de quemarlos vivos. Sin embargo, Anderson, que observaba desde lejos, logró reaccionar a tiempo. Utilizando su poder de telekinesis (un poder único), los empujó fuera del rango del campo. Sol, por su parte, poseía el concepto del sol.

Just, uno de los compañeros de Triex, puso su mano en el hombro de este y le susurró que era momento de huir para informar a su jefe de lo sucedido. Triex se negó, alegando que tenía la invocación de "él". En ese instante, pedazos de tierra cayeron sobre ellos, enviados por Anderson. Su poder era único, clasificado por un criador como una variación del cuerpo.

Mientras Anderson usaba sus habilidades a distancia, Sol analizó el campo morado. Pensó que era una técnica de realidad que podía manipular el tiempo. Observó que, por la gran distancia que cubría, el precio era seguramente un alto tiempo de ocupación de la técnica, lo que también afectaba la velocidad de los enemigos. Jean le señaló que los ataques no parecían afectar a Anderson ni al usuario de fuego. Esto significaba que solo quienes estaban dentro del campo sufrían sus efectos. Ya conocían esa desventaja.

Pero cuando Sol se dio la vuelta, notó que el campo no había desaparecido y que el usuario de la técnica no parecía moverse. Deduciendo que ya sabía la contra de esa habilidad, se quedó con la intriga de que esa debilidad, le aportaba un beneficio desconocido al usuario, y no lograba descifrar cuál era.

Mientras Anderson atacaba, veía cómo el usuario de fuego, Triex, acertaba todos sus disparos. Gracias a su propio poder, Anderson lograba detener y devolver los ataques, pero sabía que no duraría para siempre. Intentó levantar tierra con su telekinesis para detener las ráfagas de fuego. Al principio, no pareció funcionar, pero cuando terminó de atacar, Triex gritó: "¡Cobardes, salgan!".

Entonces, Sol salió disparada, invocó su masa y la transformó en una espada con fusión de arma. Con la ayuda de su propio poder, ella aumentó de tamaño y fuerza, invocando ráfagas solares que disparó en todas direcciones, alcanzando al que controlaba el campo. Este, al ver la situación, supo que debía huir, pero también sabía que si se movía rompería algún tipo de trato. En ese instante, fue aplastado por Anderson, quien había regresado.

"Pensé que tenía algo especial," dijo Anderson, contemplando el cuerpo inerte, "pero al verte a ti, Sol, y lo de la calculadora que eres, supe que no era un contraataque."

Sol, con voz disgustada, reclamó: "¡Era mío!". Fue atacada con ráfagas de fuego, pero no recibió daño significativo. Absorbió el fuego con facilidad, aunque por la magnitud del ataque, casi no lo cuenta.

Triex supo que tenía que invocarlo. Le dijo a Just que hiciera tiempo y pusiera toda su energía porque, aunque Anderson lo detuvo y contraatacó, Triex logró disolver su ataque. Ahora, con una expresión arrogante, Triex sabía que iba a morir, pero también que podía desbloquear una fase sin límites donde todo se aumentaba bruscamente. Levantó su pierna y el fuego lo rodeó como una nube ardiente.

"¡Primero peleen conmigo, basuras! Les enseñaré por qué a veces no deben subestimarme", gritó. Hizo un movimiento de muñeca, dirigiendo el fuego para que se transformara en un anillo que lo rodeaba. "Vengan por mí, perritas, que hoy les daré su comida", terminó, provocando la ira de Anderson.

Jean, enfurecido, lo atacó con un movimiento recto. Recibió un ataque de fuego concentrado a través del anillo, dejando a Anderson en shock. Sol no reaccionó de inmediato; atacó calculando que el movimiento de Triex era automático.

Sol activó su modo absorber fuego, aunque sabía que era una apuesta arriesgada. Si fallaba, perdería mucha energía física y tiempo de resistencia. Mientras tanto, Anderson usó su telequinesis contra Triex, dándose cuenta de que aplicaría algo similar a lo que hizo con el usuario del campo.

Triex, en ese momento, optó por un modo en el que su energía salía de forma violenta, rompiendo la conexión humano-poder-humano y dispersando su habilidad. Esa acción brusca tuvo un costo considerable en energía y esfuerzo físico, pero logró romper el anillo de fuego de Triex, que requería una gran concentración mental para mantenerse.

Sol se dio cuenta de la situación. Su predicción de que el anillo era automático pudo ser cierta, pero no había previsto cómo reaccionaría Anderson. A pesar de que su apuesta original se había complicado, Sol sabía que tenía que terminarlo. Concentró energía solar en su mano, creando una cuchilla de luz que extendió hacia Triex. Este se giró tarde; la energía cortó a distancia y su cabeza salió volando.

En el centro de operación, unas cámaras grababan lo que sucedía por el avión. El comandante comentó que Leudo había dado consejos a todos en la base. Recordó que, al principio, Traset no quería unirse a ellos, pero Leudo le dijo algo que lo hizo reflexionar, y por esa razón, Traset comenzó a integrarse. El comandante admitió que Leudo era demasiado inteligente, y dudaba de su verdadera identidad.

De repente, se dieron cuenta de la invocación. El comandante de guerra comentó que la misión podría empeorar. En ese momento, apareció el individuo con el concepto de raza perfecta (el mismo de la prueba de la lanza en la cabeza), entrando en la sala y diciendo que quería ir con ellos porque, si era alguien fuerte, él se encargaría.

El comandante de guerra se percató de que los altos mandos sabían que la misión se tornaría peor. A pesar de ello, querían observar a los nuevos, preguntándose la razón. En otro lugar, tres figuras de alto rango con cabello impecablemente cuidado observaban lo que sucedía en el centro de operaciones. Uno comentó: "Me gustaría que fueran mis guardias". Otro replicó: "Mejor veamos qué hace especial a ese tipo de negro, el que puede mover todo", sugiriendo que lo abrieran vivo para satisfacer sus fetiches y, posiblemente, crear y otorgar poderes a todos. El que propuso "ver qué tenía de especial" soltó una risa que resonó por toda la sala.

Sol se desfucionó de su criador y estaba a punto de caer al suelo cuando un ataque de fuego la impactó, provocándole la pérdida de una extremidad. Anderson logró detenerla, aunque sufrió quemaduras leves en la cara y el brazo.

En su último aliento, Triex, impulsado por el deseo de matar, transformó su ojo en un intenso color fuego. Al caer su rostro, el último vestigio de fuego en su cuerpo se convirtió en ráfagas a la velocidad de la luz dirigidas hacia ellos.

Regresando después del ataque: Anderson se percató de que lo que sostenía Just comenzó a brillar, pensando que Sol había sido estúpida al desfucionarse y dejarlo solo con el. En la mente de Sol, solo había un pensamiento: su cuerpo ya no resistía la apuesta que había perdido. Ahora solo podía ver el cielo mientras caía junto al cuerpo de Jean.

De pronto, apareció alguien con el rostro marcado por cicatrices, el semblante de quien ha visto mucho, aunque con facciones de modelo. Observó la escena y comentó que esas "basuras" cómo habían logrado meterlo en problemas. Sin embargo, recibió un ataque sorpresa de Jean, quien, visiblemente afligido, le dijo que no importaba quién fuera, pero que dejar a alguien sin salir lastimado, además de él, lo ponía triste.

Rápidamente, un meteorito impactó a Jean. En la mente de Anderson, que ya sentía sus energías agotadas y la vista nublada, se sentía culpable por no haber reaccionado a tiempo debido al cansancio. Quiso vengar a su amigo dándole un ataque. Con su último esfuerzo, usó lo que le quedaba de energía en un golpe desesperado creando un meteorito, y tras ese ataque, se desmayó.