Capitulo 18

Tras la visión que le mostró su futuro como Papa, Thomas sintió una paz profunda, pero también sabía que debía seguir creciendo y preparándose. Un día, mientras meditaba en la capilla del seminario, recibió una carta inesperada de un obispo anciano y sabio, conocido por su espiritualidad y experiencia.

El obispo le escribía que había sentido en su corazón una inspiración especial relacionada con Thomas, y que deseaba visitarlo para compartirle palabras de aliento y guía.

Cuando el obispo llegó, le mostró a Thomas un antiguo medallón con la imagen de un Papa con el solideo blanco, muy parecido a la visión que Thomas había tenido. Le dijo:

—Este símbolo representa la pureza y la responsabilidad del liderazgo espiritual. Dios te ha enviado una señal clara, y yo confirmo que estás en el camino correcto. No temas las dificultades, porque el Señor te acompaña.

Estas palabras y el encuentro fortalecieron aún más la fe de Thomas. Comprendió que no estaba solo y que la Iglesia misma respaldaba su vocación.

Con renovada confianza, continuó su formación, sabiendo que cada paso era parte del plan divino para convertirlo en un pastor fiel y humilde.