Capitulo 19

Después de la confirmación del obispo y la señal divina, Thomas se encontró ante nuevos retos que ponían a prueba no solo su conocimiento, sino también su capacidad para escuchar y obedecer la voz interior que lo guiaba.

Una noche, mientras meditaba en la capilla, sintió una impresión clara y urgente: debía visitar a un enfermo en el hospital cercano. Aunque la reunión de formación estaba en curso y sus compañeros lo esperaban, Thomas decidió seguir esa inspiración.

Al llegar al hospital, encontró a un hombre mayor que necesitaba consuelo y una bendición. Thomas le habló con ternura y le ofreció palabras de esperanza. El hombre, visiblemente emocionado, le agradeció profundamente.

Esa experiencia reafirmó en Thomas la importancia de estar atento a las impresiones del Espíritu Santo y de actuar con prontitud y amor. Aprendió que su vocación no solo era para momentos solemnes, sino también para las pequeñas acciones que construyen el Reino de Dios día a día.

Desde entonces, Thomas se comprometió a nunca ignorar esas señales divinas, convencido de que el verdadero liderazgo espiritual nace de la obediencia y la humildad ante la voluntad de Dios.