“Bienvenido a Más Allá de la Oscuridad”. Donde el abismo no susurra, canta en un coro de estrellas destrozadas y oraciones olvidadas. Aquí, la línea entre el amor y la ruina está escrita con la tinta de dioses moribundos, y cada latido hace eco de la pregunta: ¿Cuánto de ti mismo estás dispuesto a perder para saber quién eres?
Este es el reino donde las lágrimas de Eclipse tallan ríos de plata a través del vacío, y las alas Oscuras, pesadas con el peso de mil pecados, baten no para volar, sino para ahogar la luz que una vez temió. Los árboles lloran los nombres de niños que nunca existieron, el viento lleva la risa de amantes que nunca se conocieron, y la única verdad es esta: tú no eres el héroe de esta historia
Eres la mano que golpea, la herida que supura, la mentira que consuela. Eres la sombra del sueño de un Primigenio, el eco de un grito que dio origen a un universo y el silencio que lo acabará.
Bienvenido a Más Allá de la Oscuridad. Donde lo único más aterrador que los monstruos es el reflejo que dejan tus ojos.
Se nota el esfuerzo que hizo este hombre para hacer esta historia, se aprecia el transfondo y ambiente de cada letra como si plasmara sus sentimientos en aquella obra literaria de la cual me alegra hacer esta reseña.