El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

El rostro de Augustine se ensombreció. Y es que, las reiteradas dudas y preguntas de Vivianna le hacían enojar mucho. ¿No podría esta mujer volver a confiar en él?


Entonces, con un tono bajo por la ira, objetó: "Bueno, no hablemos de este asunto por el momento. La sentencia de Henry ha salido y solo puede permanecer en prisión por el resto de su vida. Si no estás satisfecha con el resultado, puedo hacerle desaparecer inmediatamente del mundo. Vengaré la muerte de tu padre".


El corazón de Vivianna volvió a temblar. Este era un tema del que no quería hablar ahora.


"Yo... Yo te lo compensaré", enunció con el rostro un poco pálido.


"Cualquiera que haya sido el trato, es lo que es. No aceptaré nada más", manifestó el hombre con los dientes apretados. Pensó para sí mismo: '¿La compatibilidad del cuerpo cambiaría su actitud fría hacia mí?'.


Vivianna, por otro lado, entró en pánico. ¿Cómo querría ella hacer ese tipo de cosas íntimas con él? ¿Estaba loca?


Chapter 262 No aceptaré nada más