El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

"¿Sabes hasta dónde se atrevió a llegar Rainy? Nos arrebató los clientes de nuestra empresa. Consiguió que la asistente de Linda robara la lista de clientes. Fue a visitarlos uno por uno; nos los robó directamente", observó Vivianna, mordiéndose los labios, iracunda.


"En realidad, ella no es una buena persona. La competencia comercial es bastante cruel".


"Lo sé. Si ella tiene esa capacidad, no tengo nada que decir", dijo Vivianna, quien tenía que limitarse a estar enfurruñada.


Augustine la miró con sus ojos profundos y le preguntó: "Si tu empresa deja de operar en el país, ¿seguirás trabajando o te quedarás en casa para cuidar a Zeph?"


"Me encanta este trabajo y no me agrada la idea de estar apartada de la sociedad. Si la empresa se va del país, entonces encontraré otras cosas que hacer.", afirmó.


"¿De veras te apasiona el diseño de joyas?", interrogó Augustine, al tiempo que la miraba con especial interés.


Chapter 289 Acostarse con Augustine