Entonces, el beso de Fletcher cayó sobre la pequeña boca de Margaret, haciéndole incapaz de respirar. A continuación, le soltó y condujo hasta el interior del hotel; que estaba bajo la jurisdicción de Giltstone Enterprise, por lo que no necesitaron verificar la identidad de ésta.
De hecho, cuando respetuosamente le llamaron Señorita Giltstone, la chica sonrió. Así pues, tomó la mano de su novio y le encaminó hacia el ascensor.
Aconteció, que éste los llevó a la suite presidencial en el último piso. Margaret, que ya había estado allí antes, le abrió con su huella dactilar y todo en ella se relajó. Seguidamente, se dio la vuelta; colgándose del cuerpo del caballero como un pulpo. Dirigiéndose hacia el sofá, su cuerpo fue presionando más y más. Se miraron fijamente a los ojos, y ella preguntó: "¿La mujer que más amas soy yo?".
Y sin dudarlo, Fletcher respondió: "Sí".
"¿Estarías dispuesto a casarte conmigo?".
"Estoy dispuesto".