El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

En ese momento, Vivianna recibió una llamada de Linda. La voz de su antiguo superior, sonaba bastante afable.


"¡Salgamos y tomemos algo!", anunció la dama concertando una cita con ella.


"¡Claro! Al mediodía. Yo invito", replicó Vivianna queriendo reunirse también con su amiga.


Linda iba ataviada con un traje sexy; y aunque era mayor, difícilmente lograba ocultar su encanto.


"Hermana, cada vez estás más joven", anunció Vivianna sonriendo.


"No digas eso. Y tú, ¿no estás cada vez más guapa? En comparación con tu inocencia anterior, ahora tienes veinticinco años. Estás en el mejor momento para una mujer".


La aludida sonrió. Efectivamente, su vida actual era bastante buena. Estar ahora con la familia Giltstone, le hacía sentir que estaba de regreso en casa. 


"Leí el periódico. ¡Augustine debe estar muy triste!".


Chapter 353 Fuera del coche