El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

El rostro de Vivianna se ensombreció. Por supuesto, sabía lo que Xymeria quería decir. "Te lo advierto. Ya he olvidado lo que me hiciste antes, pero, si lo vuelves a mencionar, no lo dejaré pasar", amenazó.


"Oh, ya que te atreves a amenazarme, por qué no me permites recordártelo. Los ancestros observan a las personas como tú", respondió la mujer con orgullo. Era raro poder encontrarse con Vivianna de nuevo. Sin embargo, en ese momento, sabía que su hijo aún sentía algo por esa chica, lo que le hacía sentir más molesta.


La joven apretó los dientes, enojada. "¿De quién fue la culpa en ese entonces? ¿Tendrías el descaro de decirlo?", cuestionó molesta.


"Por supuesto, es culpa tuya", respondió, pensando cómo más podría hacer para que esa noble mujer se decepcionara de Vivianna. Por supuesto, ella solo pensaba que su exnuera y esa noble mujer, cuya clase no podía compararse a la de otros, eran solo amigas o algo así.


Chapter 445 Unas bofetadas bien merecidas