El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

Los ojos de Henry se iluminaron con alegría. "Bien. Te esperaré abajo. Reservaré una mesa en un restaurante".


Luciana se giró y caminó en dirección a la oficina con un rostro frío. No quería seguir hablando con él.


Henry sonrió mientras miraba su fría figura alejándose. Al final, sintió cierta impotencia. Dejó escapar un suspiro, se giró y presionó el botón del ascensor para bajar.


Cuando Luciana regresó a la oficina, su amigo la llamó de inmediato a su escritorio. Allí se inclinó en su sillón y la miró con ojos preocupados y nerviosos. "Lu, ¿quién es ese hombre? ¿Es tu pretendiente?"


Ella tenía una buena impresión de su amigo, así que de inmediato negó con la cabeza casi por instinto. "No, no es nada. No es mi pretendiente".


"¿Es rico?", preguntó Mathew, recordando la arrogancia con la que había hablado de adquisición. No era solo apariencias. Presentía que realmente era alguien importante.


Ella asintió. "Lo es, pero para mí es solo un bast*rdo".


Chapter 564 Cara de póquer