Rhys Granger caminaba delante de mí, con la cabeza agachada, hojeando una pila de papeles que tenían el logotipo del hospital.
Me daba la espalda, pero habría reconocido esa figura desgarbada y esos hombros ligeramente encorvados en cualquier parte.
Justo a su lado estaba Catherine.
Sonaba animada. —Te lo dije. Es positivo, ¿verdad? ¡Definitivamente estoy embarazada! El médico lo confirmó.
Miré el cartel cerca de la puerta de la escalera. Este era el piso de obstetricia y ginecología.
Mis pies me llevaron hacia adelante antes de que decidiera seguirlos; olía a drama.
El pasillo no estaba abarrotado, pero había suficiente gente como para que pudiera mezclarme, siguiéndolos sin ser notada.
Catherine sonaba emocionada. Rhys no.
Seguía pasando las páginas como si no entendiera la jerga médica o no quisiera entenderla. —¿Cómo demonios pasó esto? ¡Usé protección cada vez!