Reynarth solía ser un joven más, sin recuerdos de su pasado, viviendo bajo la sombra de un mundo implacable. Sin embargo, todo cambió la noche en que el fuego y la sangre marcaron su destino. Traicionado, despojado de todo lo que amaba y obligado a enfrentar su verdadera naturaleza, su despertar no solo trajo consigo un poder inigualable… sino también el renacer de algo más antiguo y voraz.
Con cada batalla, su cuerpo muta, su sangre devora, y su esencia se transforma en algo que desafía toda lógica. Ha heredado el legado de dos seres casi divinos, cuyas voluntades se entrelazan en su carne y espíritu, guiándolo por un camino de destrucción y renacimiento. Ahora, su existencia es un eco de la Nada y el Caos, un depredador sin igual que solo sigue un instinto: consumir o ser consumido.
En un mundo donde la fuerza lo es todo, donde la traición y la supervivencia dictan las reglas, Reynarth debe decidir si su humanidad es un lastre… o si, al final, la bestia que ha despertado en su interior es lo único real.
La sangre llama.
La bestia ruge.
El devorador ha despertado.